Al filo de la noche

Sí, los años cuarenta fueron los mejores de Hollywood, sobre todo gracias al cine negro, con más de una decena de obras maestras... pero entre ellas no está este buen film de Anatole Litvak por varias razones. La primera, sobre todo, es que el guión, basado en un fotlletín de radio, es más que confuso. Solo se entiende la enfermedad psíquica de la protagonisa, pero el papel de su ¿amiga?, las continuas llamadas telefónicas, los señores esos de la playa, las caras de póker de Burt Lancaster y el griterío general son más que confusos. Y, sobre todo, dan un poco igual. Tampoco hay ningún tipo de química entre la pareja protagonista. En fin, que nada que ver con 'El abrazo de la muerte' o 'Forajidos', otros films de Lancaster que sí han pasado a la historia.

Soberbia muestra de cine negro de los años 40 .Desde el inicio del film el personaje de Leona interpretado por Barbara Stanwyck produce antipatìa por su desmedido egoìsmo y por la demostraciòn de un espìritu manipulador que se vale de su poder econòmico y que tambièn hace uso de aparentes problemas de salud para manejar a su padre y a las personas que la rodean en pos del logro de aquello que anhela. Su destino se cruza con el de Henry Stevenson interpretado por Burt Lancaster , hombre de humilde posiciòn sumamente ambicioso al que la millonaria se propondrà poseer como a un trofeo màs de sus colecciòn de caprichos. No le importarà entonces separarlo de su mejor amiga Sally (representada por Ann Richards ),una buena mujer que lo ama. Leona se enamorarà de su esposo con posterioridad y èste verà en ella el filòn para cambiar su posiciòn social. Al cabo de los años y de manera totalmente casual la caprichosa y manipuladora dama asumirà que tantas arbitrariedades cometidas en el pasado tienen un precio y que inevitablemente tendrà que pagarlo. Este film tuvo una remake en 1989 protagonizada por Loni Anderson que de ningùn modo le hace sombra a esta genial muestra dirigida esplendidamente por Anatole Litvak.

Anatole Litvak dirige una película que se beneficia de un buen guión y de una idea muy buena, así como de una pareja protagonista tan competente como atractiva. La trama, repleta de llamadas telefónicas y de "flashbacks", nos permite desentrañar misterios y conocer a personajes que no conocíamos de nada, y entender sus reacciones. Las interpretaciones están a la altura. Es un film que en cierto modo anticipa todo el "psicologismo" de mucho cine de Hollywood de los años 50.

“Voces de muerte” es un film de cine negro de los años 40 dirigido por Anatole Litvak que adapta una obra radiofónica de Lucille Fletcher. Un guion de radio que fue considerado por el propio Orson Welles como “el mejor guion de radio jamás escrito”. La historia está cargada de tensión y consigue un ritmo que se va intensificando conforme avanza la narración. El protagonismo absoluto recae en su dúo protagonista: Barbara Stanwyck y Burt Lancaster. Especialmente sobre los hombros de una Stanwyck en estado de gracia que consiguió la nominación al Óscar a la mejor actriz protagonista gracias a su interpretación de Leona, una egoísta mujer adinerada e impedida físicamente, que pese a su fuerte carácter, se ha convertido en una persona dependiente e insegura. Una solitaria noche en la que no tiene a su lado a su marido Henry y la enfermera tiene el día libre, escucha por accidente el plan de dos hombres que pretenden asesinar a una mujer esa misma noche. Los interrogantes rondan a su alrededor y hacen que la ansiedad y el nerviosismo se apoderen de ella y de nosotros como espectadores. Navegamos del rechazo inicial a la comprensión por la angustia que padece el personaje. La película está rodada a tiempo real y se suceden en ella múltiples flashbacks que poco a poco dan explicación a los enigmas que plantea la historia: ¿Por qué Leona se casó con el humilde Henry? ¿Por qué Henry no ha aparecido esa noche? ¿Quién son esos dos individuos que planean por teléfono cometer un asesinato? Todo el relato es conducido brillantemente a través de las llamadas telefónicas que conectan a Leona con el mundo exterior y que la hacen descubridora de una trama que envuelve a su marido y a su propia persona. Cine negro ejemplar, basado en una historia que mantiene la tensión hasta su brillante desenlace, en el que se escucha como cierre del film una frase que da nombre al propio título de la película en su versión original: “Sorry, Wrong Number”.

Más críticas de cine y series (y algún que otro monigote): https://unhombresinpiedad.com

Como si una película de Alfred Hitchcock fuera.... yo creo que Alfred "se murió" al ver esta película, y seguramente las que hizo posterior, bebió de esta película.

No tiene las sutilezas ni la mano de Alfred, pero está muy muy bien. Una película en tiempo real, con muchos flashback para dar respuestas a dudas.

Geniales los giros que van dando, y entiendo que Burt Lancaster aún no era una gran estrella de Hollywood, si no, no hubiera aceptado este papel.

Barbara, está que se sale, un papel muy difícil de hacer, y creo que lo ha hecho muy bien. Nominada al Oscar, pero no lo ganó, seguramente que por poco... digo yo, porque no se entiende.

La trama está adaptada de una obra de radio, que se retransmitió varias veces, y también tiene su qué, es una especie de "Scream" pero solo la primera parte, la parte del teléfono. O como también "Buried (Enterrado)" pero con un teléfono.

Me ha sorprendido mucho, para el año que es, es toda una sorpresa. Fue un éxito en taquilla, y no me extraña, ya que realmente hay muchas novedades en esta película. Sobre todo el final, o como transcurre todo.