ALEJANDRO LOSADA
POR
MARTIN LIENHARD
-
INEKE PHAF - JOSE MORALES SARAVIA
Freie Universitit Berlin
El 19 de enero de 1985, en un accidente aereo cerca de La Habana,
muere Alejandro Losada 1. Con 61 desaparece no s610o un destacado docente, investigador y te6rico de la literatura latinoamericana, sino tambien,
y quizas ante todo, un hombre de gran inquietud intelectual, capaz de
concebir vastos proyectos de investigaci6n, de suscitar y fortalecer vocaciones cientificas entre sus alumnos y amigos, de potenciar al miximo el
sentido critico de sus interlocutores. Un hombre, sobre todo en los iltimos
afios, poseido por una gran idea: la de hacer colaborar, en su proyecto de
una historia social de la literatura latinoamericana, al mayor nilmero posible de estudiosos preocupados, mas ally del afinamiento de sus propias
tecnicas y de su prestigio personal, por el presente y el porvenir de los
pueblos latinoamericanos. Siempre dinimico, a veces contradictorio, a menudo provocativo, Alejandro Losada supo demostrar, ante todo, una curiosidad insaciable y una paciencia infinita. La imagen que mejor evoca,
para el que escribe (M. L.), su ser mis entrafiable, es la de su dedicaci6n
veraniega al oficio de albaiil en su casa-molino de la trastierra ligur, Italia: sin fijarse lo mis minimo en el paso del tiempo ni en las dificultades
de la empresa, Alejandro iba buscando por todos los alrededores las piedras mas adecuadas y les iba dando poco a poco la forma exacta exigida
por el lugar previsto de su colocaci6n; asi segufa, nivel tras nivel, hasta
que la pared o lo que fuera alcanzara la forma, altura y dimensi6n que 61,
en su mente, ya le habia asignado.
1 Este
trabajo remne las contribuciones de dos investigadores formados por Losa-
da, Ineke Phaf (<<Trayectoria vital ) y Jos6 Morales Saravia (<<Planteamientos y des-
arrollos te6ricos ), asi como la de Martin Lienhard (<<Consideraciones finales>>), quien
se responsabiliza tambien por la coordinaci6n.
632
MARTIN LIENHARD - INEKE
PHAF - JOSE MORALES
SARAVIA
En las paginas que siguen, los autores quieren ofrecer una aproximaci6n mltiple a la vida y la obra de quien fue, ademas de amigo, su maestro o colega.
TRAYECTORIA VITAL (I.P.)
El 7 de mayo de 1936 nace Alejandro Losada en C6rdoba, Argentina.
A lo largo de sus afios formativos se va gestando la motivaci6n que lo
1levari a dedicarse exclusivamente al estudio de las literaturas latinoamericanas. De 1954 a 1958 cursa estudios de filologia clasica en C6rdoba y
Santiago de Chile. En la Universidad del Salvador, Buenos Aires, se formar6 luego en filosofia (1959-1961) y en teologia (1965-1967). Dicha Universidad, dirigida por los jesuitas, es en aquel entonces centro de un acendrado debate acerca del papel de los intelectuales en la sociedad argentina.
Los primeros trabajos publicados versan sobre el Martin Fierro de Jos6
Hernandez (Losada, 1967) y sobre algunos relatos de la guerra de frontera
contra los indios en el siglo xrIx (L., 1968). Su pasi6n por este doble nicleo tematico -el gaucho-heroe y la constituci6n de la sociedad argentina
en y por la violencia antipopular- nunca abandonari a Alejandro Losada. A su muerte, en efecto, 61 deja, entre otras cosas, una excepcional
colecci6n de documentos (peri6dicos, cartas, fotos, etc.) de y sobre Jos6
Hernandez, que espera su clasificaci6n y publicaci6n.
Para exorcizar una para 61 traumatica experiencia de asesoria gubernamental (1968-1970) en el periodo de Ongania, Losada escribe su uinico
texto de ficci6n, la novela Andd cantdle a Gardel (L., 1970), que figurari
durante semanas en la lista de los best-sellers de las librerias bonaerenses.
El narrador-protagonista de este relato, en buena parte autobiografico, es
un cordob6s que va buscando en la capital la explicaci6n de los males que
sufre el pais, males que 61 ye evocados en un tango de Carlos Gardel sobre
la convulsiva entrada de Argentina al siglo xx:
Pero el siglo veinte
es un despliegue de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo, todos manoseados...
Como funcionario del Ministerio de Educaci6n y Cultura, el yo novelesco
lucha contra una realidad detras de la cual se perfila el pasado, el del
Matadero de Echeverria con su mat6n Matasiete. Es en la actividad poli-
ALEJANDRO
LOSADA
633
tica y en su vida personal donde el doble del autor buscard una salida del
conflicto a la vez individual y social que lo va devorando. Su pregunta
final, lanzada al futuro, resume su desasosiego:
El complot esta en todas partes y en todo momento. Hasta dentro
mio. Igual que el matadero. Ahi viene. ZQuidn sera, esta vez, el uni-
tario?
Mucho mas tarde, Losada dard una interpretaci6n cientifica de ese difuso
; el malestar se origina en la historia
y opaco sentimiento de
latinoamericana,
proceso ininterrumpido que tiene como punto de
<<un
partida el TRAUMA
<<complot
ORIGINAL
que confiere especificidad a la sociedad y la
cultura de la regi6n y que llega hasta hoy> (L., 1985d).
En los circulos intelectuales de los afios sesenta se va discutiendo el
impacto, en el terreno cultural, de las relaciones de dependencia que sufre la
latinoamericana. Ante la ausencia de perspectivas positivas ofrecidas por la politica del gobierno de turno, Losada optard definitivamente, abandonando sus veleidades politicas y artisticas, por la dedicaci6n exclusiva a la investigaci6n literaria.
En 1971 se traslada al Peri con quien sera, desde entonces, su esposa: Ethel Salas. Como profesor asociado de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos (Lima), empieza a desarrollar un trabajo cientifico
sistematico. En su libro Creacidn y praxis (L., 1976a), fruto mayor de su
actividad limefia, Losada concibe la literatura como una forma de praxis
social y analiza, bajo este angulo, a cinco narradores peruanos. Tomando
como punto de referencia los presupuestos elaborados por G. Lukacs, 61
los amplia en el sentido de la especificidad de los condicionamientos socioculturales en America Latina: actitud que le permite sustraerse a una
imitaci6n servil, neocolonial, de los te6ricos europeos. Un articulo de 1975
define su posici6n cientifica: el investigador -dicedebe
de
fundar una praxis social, es decir, que ve, en su prdctica cientifica, tambi6n un modo de instituir una relaci6n concreta y activa con los hombres
de su sociedad y una participaci6n en sus conflictoss (L., 1975b). Al mismo tiempo que desarrolla su reflexi6n te6rica, Losada materializa sus
ideas en una praxis cientifica colectiva y abierta que caracterizard siempre, desde entonces, sus actividades. En Lima, todavia, 61 participa en la
de la puesta en marcha de la Revista de critica liteempresa -colectivararia latinoamericana (1975).
En 1976 se le brinda la oportunidad de pasar, como profesor visitante,
una temporada en el Institute of Latin American Studies de la Universidad de Austin, Texas. Su encuentro con el etnohistoriador R. Schaedel
<<periferia
<<tratar
634
MARTIN LIENHARD - INEKE PHAF - JOSE MORALES SARAVIA
repercutir profundamente en el giro <antropol6gico> que tomari su
orientaci6n cientifica.
A partir de fines de 1976 Losada se establece en Europa. En la Universidad de Erlangen/Nuremberg, donde se desempefiara como profesor
visitante e investigador, pasari su doctorado (1978: L., 1983). En 1978
gana la ctedra de literatura en el Lateinamerika Institut (LAI) de la Universidad Libre de Berlin (occidental). Es en el ambiente interdisciplinario
de esta instituci6n donde concibe su gran proyecto de una historia social
de las literaturas latinoamericanas. Desde entonces, su biografia coincidiri
practicamente con el progreso de esta empresa.
Los trabajos se Ilevan adelante en tres espacios institucionales distintos. En un coloquio interno, donde participan estudiantes, doctorandos y
especialistas invitados, se discuten las estrategias de investigaci6n, tomando como base la concepci6n losadiana de los <<sistemas literarios>> y el
principio de un estudio comparativo de las literaturas en cinco regiones
hist6rico-culturales: M6xico, Caribe y Centroamerica, Brasil, Andes, Rio
de la Plata. La incorporaci6n de Brasil y el Caribe como regiones especificas de un conjunto subcontinental significa, para esa 6poca, una innovaci6n. Desde 1981, la investigaci6n se centra en una comparacidn entre la
regi6n caribefia y la rioplatense, con vistas a definir la diferenciaci6n sociocultural de las dos entidades y su articulaci6n respectiva con la producci6n cultural europea. Dentro de este contexto se estudia especialmente el
fen6meno paralelo de la <internacionalizaci6n> de las literaturas latinoamericanas y su tendencia a apropiarse.las tradiciones populares, en general orales, heredadas, en parte, de la Europa medieval. En un trabajo
reciente, Losada analiza en este sentido el Martin Fierro: el poema representa, a primera vista, una actualizaci6n de la 6pica medieval espafiola;
el personaje del h6roe, con su concepci6n <<catastr6fica>> de la historia, resulta, en cambio, un tipico producto de la cultura popular latinoamericana,
de su perspectiva informada por el impacto del <<trauma original . Varias
tesis realizadas por estudiantes y doctorandos del LAI atestiguan la efervescencia cientifica creada por la presencia de Losada en esa instituci6n.
La dinimica de la colaboraci6n con otros investigadores residentes o
de paso en Europa desemboca, en 1982, en la creaci6n de un segundo
espacio institucional de investigaci6n: la Asociaci6n para el Estudio de las
Literaturas y las Sociedades en America Latina (AELSAL). Como miembro fundador y presidente de esta asociaci6n, Losada impulsa y orienta
cientificamente los congresos de Giessen, R. F. A. (1982) y de Travers,.
Suiza (1983, 1984), a los cuales acuden investigadores cada vez mis numerosos de varios paises europeos. A la muerte de Alejandro, la asociaci6n queda bien consolidada. Una serie de publicaciones colectivas, impul--
ALEJANDRO
LOSADA
635
sadas por e1, permiten apreciar el avance de la investigaci6n (L., 1983e,
1985c, 1986).
Fuera del trabajo realizado colectivamente con sus alumnos del LAI
y con los investigadores de AELSAL, Losada no descuida nunca un tercer
espacio, el de los intercambios cientificos a escala internacional. Ya en
1979 organiza en Berlin, conjuntamente con la profesora G. Beutler, un
coloquio internacional sobre Cesar Vallejo (L., 1981c). En tres congresos
de la Latin American Studies Association (LASA) -Bloomington 1980,
Washington 1982, M6xico 1983- organiza sendos workshops para presentar los Pltimos resultados y desarrollos metodol6gicos de su investigaci6n. Todos estos esfuerzos tienden siempre a ampliar y a afianzar la
presencia cientifica de su proyecto de una historia social de las literaturas
latinoamericanas. La fuerza de irradiaci6n personal de Alejandro acabari
convirtiendo su casa en Berlin-Wannsee, su oficina en el LAI y su residencia rural en Liguria en verdaderos centros internacionales de debate
literario entre docentes, investigadores, estudiantes.
En enero de 1985 -reconocimiento <<oficial de sus meritos en el
campo de los estudios literarios latinoamericanos- Alejandro Losada es
invitado a formar parte del jurado del premio Casa de las Americas,
en La Habana. Lo alcanza la muerte cuando se dirige, desde ahi, a la capital de Nicaragua, donde iba a presentar un planteamiento renovado de los
procesos literarios en el area caribefia (L., 1985d).
PLANTEAMIENTOS Y DESARROLLOS TE6RICOS (J.
M. S.)
1. Los desarrollos y planteamientos que se expondrin a continuaci6n
tienen que ser situados dentro del marco de carencias y preocupaciones
que afrontaba la disciplina latinoamericanista a finales de los aiios sesenta.
Asumir polemicamente esta joven tradici6n de la disciplina para ponerla
en duda o reformularla va a ser justamente uno de los ejes -y ademis un
motor- de la actividad losadiana. Asi, por ejemplo, sus trabajos sobre la
narrativa peruana contemporanea (L., 1976a) o sobre el
en el Rio de la Plata y el Peri (L., 1983a), que muestran muy claramente
su preocupaci6n por otorgar un status cientifico a estos estudios mediante
la constituci6n de objetos de conocimiento pertinentes, estrategias de investigaci6n operativas, metodologias procedentes, conceptos explicativos
que pudieran dar cuenta de los fen6menos en toda su compleja evidencia.
2. Es en este sentido -lo que precede constituye a la vez el punto
de partida y la perspectiva- como concebira Losada la literatura y los
fen6menos literarios dentro de la sociedad, no como un elemento separado
<<romanticismo
636
MARTIN
LIEN-HARD
I-NEKE PHAF - JOSE MORALES
SARAVIA
al que se tendria que articular (y he aqui su polemica con ciertos desarro1los de la sociologia de la literatura, o mas lejos, con ciertas formas de la
teoria del reflejo: L., 1976a), sino como un elemento, entre otros, que es
tambi6n constitutivo de esa sociedad. Es en este lugar donde van a aparecer sus nociones de literatura como praxis social (es decir, como la actividad de ciertos grupos por la cual definen su vida y su pertenencia al
mundo social), como institucidn social (aquello que crea y posibilita relaciones entre los hombres en el mundo social) y como dadora y creadora
de un horizonte de existencia, es decir, como instauradora de sentido en
ese mundo social.
3. Tambi6n en este nivel de los que uno podria ilamar presupuestos
basicos, y en discusi6n con ciertos procedimientos de la disciplina <tradicional>, habria que situar su insistencia en la noci6n de especificidad.
Detris de esta noci6n se encuentra el planteamiento de que las sociedades
latinoamericanas, en su surgimiento, formaci6n y constituci6n, demuestran
una serie de caracteristicas que les son peculiares; otro tanto ocurre con
las diferentes praxis que las constituyen y, lo mismo, con la praxis particular 1lamada literatura. El lado pol6mico que encierra, por lo demas, esta
noci6n apunta a la aplicaci6n acritica de los conceptos, las denominaciones, etc., surgidos en otros espacios culturales e hist6ricos; por ejemplo, el
uso de terminos (incluido su significado) como romanticismo, vanguardia
y otros (L., 1983a).
4. Menci6nese adn que esta noci6n de especificidad trae consecuencias importantes en su aplicaci6n a la propia regi6n de estudio. Es ella la
que permite establecer unidades espaciales menores con un caracter no
s610 operativo. Es la delimitaci6n de subregiones segin los momentos de
formaci6n o constituci6n de las sociedades implicadas y tambi6n segin sus
productores y sus espacios culturales. En este sentido se tendria que hablar propiamente de literaturas latinoamericanas (arreglo de cuentas con
las concepciones de la literatura latinoamericana como unidad o como
parte de la <«literatura universal ), pues las sociedades dentro de las que
ellas han surgido estarian caracterizadas por su desarrollo desigual y por
sus divergentes formaciones sociales. Asi se hablaria de las subregiones
del Cono Sur, Pacifico andino, Brasil, Caribe y Centroamerica, M6xico,
manejando estos t6rminos con la debida elasticidad.
5. En cuanto a los planteamientos estrat6gicos, la propia trayectoria
investigadora de Losada aclara algunos de ellos. Luego de un primer momento donde se podrian situar sus trabajos monogrificos sobre el Martin
Fierro, Ciro Alegria y Jos6 Maria Arguedas (L., 1967, 1974, 1975c), aparece la preocupaci6n por extender el objeto de estudio tratando de saltar
por encima de las limitaciones que mostraban las investigaciones de este
ALEJANDRO
LOSADA
637
tipo, que no lograban ofrecer sino una explicaci6n parcial de desarrollos
mas amplios. Las nociones de conjuntos literarios y sistemas literarios son
el resultado de este nuevo paso metodol6gico. El problema que afrontaba
Losada era el de abordar estrategicamente la selecci6n de textos y autores
para tomarlos como objetos de estudio. Se trataba, pues, de echar mano
del criterio de la representatividad, ya que operativamente parecia imposible abarcar todos los textos. Que habia que entender por textos representativos? Los textos que constitufan y representaban los momentos ciaves de cada proceso hist6rico-social. Pero estos textos, en una segunda
operaci6n, podian a su vez ser reagrupados sistematicamente en subgrupos.
Al cabo resultaban unos pocos sistemas que explicaban las diversas formas
de conciencia de una formaci6n dada, las diversas formas de organizarla
o de implementar horizontes, asi como las diversas funciones que cumplia
cada uno de ellos (Losada, 1975a).
6. Menci6nese aqui, de una vez, que la noci6n de modo de produccion precedia a la de sistema literario. Losada la habia aislado siguiendo
una serie de pasos metodol6gicos. Se trataba, en primer lugar, de preguntarse por el sujeto productor de los textos. Aqui no se identificaba este
sujeto con el autor, ya que por lo general denominaba la palabra
un conjunto de autores o un
determinado. En segundo lugar, se
procedia a aislar y describir el paradigma estetico-cultural que este sujeto
elaboraba, es decir, sus diferentes y distintos discursos. En tercer lugar, se
preguntaba por las funciones que queria cumplir el sujeto productor con
la elaboraci6n de su paradigma est6tico-cultural. Solamente que estas funciones, en cuarto lugar, recibian su encuadre segin en qu6 espacio social
se encontrase el sujeto productor. Asi, el espacio social de una sociedad
tradicional resistente y de reestructuraci6n exitosa, o el espacio social de
una sociedad en crisis y en visperas de una nueva etapa, o el de una sociedad diversificada y compleja de rasgos capitalistas, o el de una sociedad
con una economia de enclave y sin lugar para instituciones culturales,
debian ofrecer diversos sujetos productores, disimiles paradigmas esteticoculturales que cumplirian, por consiguiente, diferentes funciones. Pues
bien, estas cuatro nociones constituirian el concepto de modo de producci6n cultural que se mencion6 anteriormente (quede dicho que el orden
de presentaci6n no corresponde necesariamente a los pasos metodol6gicos
de la investigaci6n) (L., 1977).
7. Habiendo realizado estos procedimientos metodol6gicos y arribando a la noci6n de modo de producci6n, se trataba de reordenar esos conjuntos de textos en sistemas correspondientes. En este sentido, las investigaciones de casos habian conducido a aislar los siguientes: el sistema
dependiente, por ejemplo, describia espacios sociales tradicionales rees-
<<grupo
<<sujeto
638
MARTIN LIENHARD - INEKE PHAF - JOSE MORALES SARAVIA
tructurados mis o menos exitosamente, donde las instituciones culturales
s61o existian en su supeditaci6n a las capas hegem6nicas y donde el sujeto
productor tenia una existencia cooptada en su elaboraci6n de un paradigma est6tico-cultural dirigido a dichos sectores. Este seria el caso de
peruano en la segunaquello que se ha dado en Ilamar el
da mitad del siglo xix. Otro ejemplo lo ofrece el sistema autdnomo que
describe sociedades tradicionales que no otorgan un espacio de desarrollo
a los sujetos productores; 6stos se ven en la necesidad de crearse un lugar
propio y elaboran un paradigma donde justamente se impugna aquel orden
argentino
que les niega su existencia. Seria el caso del
o de la literatura ilamada <<de los proscritos>. Tambien tenemos el sistema
marginal, con un sujeto productor movi6ndose en el espacio social de una
sociedad compleja y diversificada, desvinculado de los problemas de la
hora y creador de un paradigma estetico-social donde dominan los elementos de la desesperanza y la conciencia catastr6fica. Es el caso de gran parte
de las producciones literarias en el Rio de la Plata de los afios treinta;
especialmente de lo que uno podria Ilamar el «grupo Sur (Losada,
1984a). Ademis, el sistema social-revolucionario, desarrollado en espacios
sociales que presentan, en una sociedad en crisis y en reestructuraci6n,
una apertura para un cambio; sus sujetos productores elaboran un horizonte alternativo al existente en una literatura cuya funci6n es precisamente propugnar y producir este cambio. Se da en varias dpocas, distintas
en los diferentes paises; por ejemplo, a partir de 1920 en cierta literatura
producida en el Peru, especialmente la que surge alrededor del
Amauta. Otro sistema todavia seria el internacionalizado, sistema donde
los productores ya no se encuentran en su espacio social de origen, sino
que, sin dejar de elaborarlo, se han mudado a otros espacios sociales, metropolitanos, y han asumido esa nueva problematica y alcanzado nuevos
piblicos y, por lo mismo, constituido nuevos paradigmas est6tico-culturales que cumplen nuevas funciones. Es el caso del movimiento de la negritud, de la literatura producida en las metr6polis en los afios treinta por
los grupos antifascistas, etc. (L., 1983b, 1984b).
8. A las preocupaciones que se encontraban detras de estos desarroIlos te6ricos y metodol6gicos de Losada hay que afiadir otra que se hace
patente y se clarifica a principios de los afios ochenta. Se trata de su proyecto de escribir, junto con un grupo de otros investigadores, una Historia
Social de la Literatura Latinoamericana que lienara el vacio que a este
respecto existia en la disciplina, dada la deficiencia de las Historias al uso.
En este sentido se desarrollaron sus liltimos trabajos tratando de resolver
los problemas que una tal empresa supone desde el punto de vista te6rico.
Si la noci6n de sistema se manifestaba de suma utilidad para este proyecto,
<<romanticismo>>
<<romanticismo>>
<<grupo>>
ALEJANDRO
LOSADA
639
pues permitia trabajar con conjuntos de textos amplios, quedaba todavia
por considerar el asunto de los cortes temporales, las sincronias y las diacronias, es decir, el problema de la periodizacin (L., 1981b, 1985a). Se
trataba otra vez de superar las limitaciones de las periodizaciones que
circulaban y que no hacian, en la mayor parte de los casos, sino trasladar
sistemas existentes para otras regiones y aplicarlos al caso latinoamericano. En este sentido iban los planteamientos que enunciaban nociones
como momentos o periodos. Momento se referia a los espacios temporales
mis o menos <dargos>, sean 6stos de formaci6n (momento formativo), de
constituci6n (momento constitutivo) o de determinaci6n (momento decisivo). Asi, por ejemplo, el momento constitutivo podia ser, segiin la formaci6n social enfocada, de reestructuraci6n oligarquica, de liquidaci6n de
la herencia colonial, de articulaci6n capitalista, etc. Por otra parte, la noci6n de periodo hacia referencia a unidades temporales mis reducidas que
se encontrarian dentro de los diferentes momentos. Asi, para mencionar
un solo caso, una vez que se instaura el momento de la liquidaci6n colonial en el Rio de la Plata, se podrian aislar los periodos oligarquicos ornamentales (segunda mitad del siglo xix), de auge metropolitano (1900-1945)
y de crisis del proyecto modernizador: los iltimos veinticinco afios (Losada, 1983a).
CONSIDERACIONES
FINALES (M. L.)
En vez de arriesgarnos ahora a presentar una todavia prematura evaluaci6n global del sistema conceptual elaborado por Alejandro Losada,
preferimos esbozar aqui una serie de consideraciones tendientes a descubrir las motivaciones y finalidades que subyacen a este sistema, sus aportes a una ciencia general de los procesos culturales en America Latina y,
tambi6n, algunas de las cuestiones que deja manifiestamente pendientes.
capaz de
Cabe subrayar, en primer lugar, su indole de sistema
transformarse constantemente bajo el impacto de los impulsos suscitados
por el desarrollo de la reflexi6n en el campo de los estudios literarios y en
las disciplinas vecinas: historia, antropologia, sociologia.
La historia, concebida no como una sucesi6n lineal y necesaria de 6pocas en el sentido positivista, sino como un proceso dial6ctico, configura el
trasfondo sobre el cual se mueve el pensamiento de Losada. Sus alusiones
casi obsesivas a las rupturas histdricas (opuestas implicitamente a la idea
de un progreso continuo) y su manejo de un concepto de
largo>>,
muestran una evidente convergencia, consciente o no, con las elaboraciones te6ricas de la ciencia hist6rica contemporinea (Foucault, Braudel y
<«abierto>>,
<<tiempo
42
640
MARTIN LIENHARD - INEKE PHAF - JOSE MORALES SARAVIA
otros). Como ya se vio, la especificidad del proceso hist6rico latinoamericano se cifra, para Losada, en la imagen del <trauma>, que se refiere a la
(Conquista) y a la violencia
vez a la violenta ruptura de los
estructural que siguen reproduciendo, desde entonces hasta hoy, lo mecanismos de la relaci6n de dependencia con respecto a los centros de decisi6n exteriores (colonialismo-neocolonialismo-imperialismo). La concepci6n hist6rica losadiana, basada ni en una simple cronologia ni en la historia <politica>>, sino en los procesos socioantropol6gicos, queda, pues,
muy alejada de la que subyacia a la mayoria de las historias literarias
latinoamericanas.
La presencia de un marco sociol6gico en los trabajos de Losada no
constituye, en si, ninguna innovaci6n; inedita, en realidad, es su vinculaci6n con el caricter especifico de los procesos hist6ricos latinoamericanos
y con el conjunto, tambi6n especifico, de los contextos que lamaremos
<<comienzos>>
<<antropol6gicos>.
Una reflexi6n de tipo antropol6gico constituye, sin duda, la base tiltima del sistema losadiano; dicho de otro modo: su especulaci6n te6rica
se inscribe en el marco, todavia latente, de una ciencia general de los procesos culturales latinoamericanos. El postulado basico de que las literaturas latinoamericanas no han de enfocarse como un ap6ndice atrasado de
las europeas, sino como una expresi6n de un devenir hist6rico peculiar,
deriva en definitiva del <<relativismo cultural>> defendido especialmente,
sin aceptar la etiqueta, por L6vi-Strauss. En la medida en que Losada
dedica una atenci6n especial a las consecuencias culturales de las relaciones de dependencia (metr6polis/periferias), su elaboraci6n evita, sin embargo, un aspecto ideol6gico del <<relativismo cultural>>: la tendencia a
escamotear, precisamente, las relaciones coloniales o neocoloniales que
disefian, en el mundo moderno, el marco dentro del cual se desarrollan
las diferentes culturas locales o <perif ricas>.
Otro postulado basico del sistema losadiano, el de la indole colectiva
de toda producci6n y difusi6n cultural, se inscribe igualmente en el pensamiento antropol6gico moderno. En vez de considerar los textos como
objetos de investigaci6n autosuficientes, Losada subraya el caricter de
practica social que suponen las operaciones constitutivas -producci6n,
recepci6n, transformaci6n- del <fendmeno literario>>. El concepto de
<<grupo productor>>, llamado a sustituir al de <<autor , vincula la concepci6n antropol6gica de una practica colectiva con la definici6n sociol6gica
del lugar de los intelectuales en las formaciones sociales modernas de
America Latina.
La literatura, para Losada, no es, por otra parte, una practica en si,
sino uno de las practicas semi6ticas o
que realiza una socie-
<<culturales>>
ALEJANDRO
LOSADA
641
dad determinada; se entrev6, aqui tambi6n, una convergencia con un pensamiento antropol6gico que considera las sociedades como vastos y complejos sistemas de comunicaci6n, cuya segmentaci6n no tiene sino un valor
metodol6gico y didictico. La practica literaria, inseparable de las demas
practicas comunicativas, constituye uno de los segmentos aislables para
los fines de una investigaci6n cientifica apoyada en un instrumental especifico. Estos presupuestos implicitos explican el interes demostrado por
Losada en distinguir, al lado de los sistemas expresivos cultos (como la
<<literatura ilustrada>>), la existencia de sistemas esteticos populares basados en la oralidad, y en rastrear las relaciones de interdependencia entre
los dos polos que se van desarrollando en el seno de las sociedades latinoamericanas. Un corolario de este enfoque es el rechazo, compartido hoy
por numerosos investigadores, de una dedicaci6n exclusiva a los generos
literarios can6nicos (europeos) y la valoraci6n de los discursos antafio
considerados como no literarios (cr6nicas, testimonios, folletines, etc.).
Una orientaci6n basicamente antropol6gica, todavia, subyace a la «regionalizaci6n>> losadiana de los procesos hist6rico-culturales en America
Latina. Su delimitaci6n de las diferentes areas, en buena parte coincidente
con la que realiz6, con otros objetivos, el antrop6logo brasilefio D. Ribeiro
(As Americas e a civilizaglio, 1970), toma en consideraci6n, fundamentalmente, la historia <6tnica> del subcontinente: areas pobladas, dentro de
los limites de los grandes estados prehispanicos, por indios y descendientes
de indios (M6xico, Andes); areas caracterizadas por la importaci6n masiva
de esclavos africanos (Caribe, Brasil); area
que sufri6,
en 6pocas recientes, una multitudinaria inmigraci6n europea (Cono Sur).
Las respectivas constelaciones <6tnicas>>, resultado y parte de los procesos
hist6ricos subregionales, imprimen, junto con las caracteristicas de la configuraci6n social, un sello particular a las practicas culturales de cada
area. La divisi6n del subcontinente en areas hist6ricamente pertinentes,
articulada con una visi6n dialectica de las relaciones de dependencia, es
el hallazgo que permiti6 a Losada plantear en terminos nuevos el problema de la periodizaci6n literaria: en vez de suponer la uniformidad, bajo
la
de las corrientes europeas, de los procesos literarios latinoamericanos, Losada elabora, como lo sefial6 Morales en el capitulo anterior, una periodizaci6n asincr6nica por areas hist6rico-culturales.
El edificio te6rico elaborado por Losada tiende a disefiar, como ya se
apunt6, una antropologia de las practicas literarias en America Latina.
Esta orientaci6n epistemol6gica explica, sin duda, las conocidas reacciones
identificados con la connegativas de los sociologos literarios
cepci6n de la literatura (de los textos) como reflejo del devenir hist6ricosocial, asi como la de los fil6logos -tradicionales o estructuralistas- que
<<desindigenizada
<<influencia>>
<<ortodoxos>>,
642
MARTIN LIENHARD - INEKE PHAF - JOSE MORALES SARAVIA
buscan en vano, en los trabajos de Losada, el esbozo de una poetica o de
una historia de las formas literarias en America Latina. El status de los
textos concretos, en la teoria losadiana, no es, en efecto, el de objetos uitimos de la investigaci6n; basandose, por lo general, en los analisis ya realizados con las tecnicas propias de la poetica, ella considera los textos como
signos de un sistema de comunicaci6n mas vasto que los trasciende y
a constituir el verdadero centro de interes. El enfoque losadiano no niega,
en realidad, la necesidad de construir una poetica de los discursos literarios latinoamericanos, pero no asume la tarea de fundarla. La realizaci6n
futura del gran proyecto losadiano de una historia social de las literaturas
latinoamericanas exigira, sin duda, una colaboraci6n mas estrecha entre
los soci6logos o antropologos de las practicas literarias y los <poet6logos
latinoamericanistas.
Concluiremos esta evocaci6n del perfil cientifico de la obra losadiana
con algunas observaciones acerca de la que aparece como su motivaci6n
profunda. Losada no consider6 nunca su actividad docente y te6rica como
el ejercicio autosuficiente, gratuito, de sus capacidades dialecticas. En su
opini6n, la investigacion literaria se justificaba en la medida en que contribuia, aun minimamente, a liberar la carga de <negatividad -en el sentido sartreanoque poseian, seglin el, los productos mas destacados de
la cultura latinoamericana desde la epoca colonial. Las cr6nicas de la conquista, por ejemplo, afirm6 en uno de sus ultimos trabajos, formarian un
uinico corpus con las obras mas significativas de la literatura contemporanea (L., 1985a). Fabricar una historia de la literatura latinoamericana
no equivalia, por lo tanto, a reinterpretar el pasado ni a disefiar la arquitectura de un museo de las practicas literarias desusadas, sino que suponia
un gran esfuerzo para rescatar, en todas las epocas, las practicas y los
significados que, una vez integrados a nuestro horizonte contemporaneo,
podian seguir alimentando la que P. Jenriquez Urefia llam6, hace tiempo,
«utopia americana> .
Ilega
ALEJANDRO LOSADA: BIBLIOGRAFIA TENTATIVA *
1966
1967
1968
1969
Problemdtica del lenguaje (con J. L. Lazzarino y R. Palma de Carpinetti),
Buenos Aires, Guadalupe.
Martin Fierro. Gaucho, heroe, mito, Buenos Aires, Plus Ultra.
Prologo y Notas en Alfredo Ebelot, Recuerdos y relatos de la guerra de
fronteras, Buenos Aires, Plus Ultra.
Prologo y Notas en Jose Hernandez, Martin Fierro, Barcelona, Nauta.
* Las divergencias (poco importantes) que se encuentran en las bibliografias parciales consultadas no permiten garantizar, en todos los casos, la exactitud de la informaci6n proporcionada.
ALEJANDRO
1970
1974
1975a
1975b
1975c
1976a
1976b
1977
1978
1979a
1979b
1980a
1980b
1980c
1981a
1981b
1891c
1982
1983a
1983b
LOSADA
643
Andd cantile a Gardel. Novela, Buenos Aires, Aquarius.
obra de J. M. Arguedas y la sociedad andina. Interpretaci6n de su praxis
literaria como praxis social>, Eco (Bogota), tomo 27, num. 6-162, pp. 592-620.
sistemas literarios como instituciones sociales en America Latina , Revista de critica literarialatinoamericana(Lima), num. 1, pp. 39-61.
criticos y proyectos sociales en America Hispanica>, Acta litteraria (Budapest), nim. XVII, pp. 275-280.
<<Ciro Alegria como fundador de la realidad hispanoamericana>, Acta litteraria (Budapest), num. XVII, pp. 71-92.
Creacion y praxis. La producci6n literaria como praxis social en Hispanoamerica y el Peru, Lima, UNMSM.
<Estructura social y producci6n cultural en Am6rica Latina. Las literaturas
dependientes (1780-1920)>, Actas del Simposio internacional de estudios hispdnicos, Budapest, Hungarian Academy of Sciences, pp. 93-109.
modos de producci6n cultural de los estratos medios urbanos en America Latina: las culturas dependientes (1780-1920) y las culturas aut6nomas
<<La
<<Los
<<Discursos
<<Los
(1880-1970)>, Revista de critica literaria latinoamericana (Lima), num. 6,
pp. 7-36.
para una estrategia de investigaci6n del cambio cultural en Amdrica
Latina , Eco (Bogota), tomo 32, num. 196, pp. 337-374.
<Rasgos especificos del realismo social en America Hispdnica , Revista Iberoamericana (Pittsburgh), nims. 108-109, pp. 413-442.
desarrollo de las culturas aut6nomas en Amdrica Latina. Ensayo de
comprensi6n de los horizontes culturales de los intelectuales de America
Latina como praxis de distintos grupos sociales>>, Bildung und Ausbildung
in der Romania (ed. R. Kloepfer), Munich, Fink, tomo III, pp. 318-336.
y praxis social en America Latina. La nueva narrativa como prictica de la marginalidad>, Iberoromania (Tiibingen), Neu Folge, num. 11,
pp. 113-132.
<Cultura nacional o literatura revolucionaria? La producci6n cultural de los
intelectuales aut6nomos en las sociedades perif ricas>, Nova Americana (Torino), pp. 287-330.
surgimiento del realismo social en la literatura de America Latina ,
Ideologies and Literature (Minnesota), nim. 9, pp. 20-55.
La literaturaen la sociedad de Amdrica Latina: I. Los modos de producci6n
entre 1750 y 1980. Estrategias de investigaci6n; Universidad de Odense,
2.a ed. corr. y aum.
para un proyecto de una historia social de la literatura en America
Latina , Revista Iberoamericana (Pittsburgh), ntms. 114-115, pp. 167-188.
Cesar Vallejo. Actas del Coloquio Internacional en la Universidad Libre de
Berlin (con G. Beutler), Tibingen, Niemeyer.
de los sistemas literarios marginales en los espacios metropolitanos. El caso Rio de la Plata (1920-1980)>>, Perspectivas de comprension y de
explicacidn de la narrativa latinoamericana (ed. J. M. L6pez de Abiada/
J. Penate Rivero), Bellinzona, Casagrande, pp. 113-132.
La literatura en la sociedad de Amdrica Latina. Peru y el Rio de la Plata,
1837-1880, Frankfurt/M., Vervuert.
periodizaci6n y diferenciaci6n de los procesos literarios en
America Latina>, Revista de critica literaria latinoamericana(Lima), ntim. 17,
pp. 7-37.
<<Bases
<<El
<<Creaci6n
<<El
<<Bases
<<Funciones
<<Articulaci6n,
644
1983c
1983d
1983e
1984a
1984b
1984c
1985a
1985b
1985c
1985d
1985e
1986
MARTIN LIENHARD - INEKE PHAF - JOSE MORALES SARAVIA
<<La literatura marginal en el Rio de la Plata, 1900-1960. Informe de investigaci6n>, Argentinien-Uruguay (ed. T. Heydenreich/J. Schneider), Munich,
Fink, Lateinamerika-Studien 12, pp. 271-281.
<<La
literatura latinoamericana en las metr6polis complejas. El caso CaribeAmerica Central entre 1920-1980>, La literatura latinoamericanaen el
Caribe
(ed. A. Losada), Berlin, Lateinamerika-Institut, pp. 266-351.
y literatura en America Latina>>, numero monografico de la Revista de critica literaria latinoamericana (Lima), ntim. 17, coord. por A. Losada.
literatura marginal en el Rio de la Plata, 1900-1960>>, De los romancesvillancico a la poesia de Claudio Rodriguez (homenaje a G. Siebenmann),
Madrid, J. Esteban, pp. 287-338.
<<La internacionalizaci6n de la literatura latinoamericana>>, Caravelle (Toulouse), num. 42, pp. 15-40.
Literature y sociedad en America Latina: II. Modelos te6ricos; Universidad
de Aarhus (Dinamarca).
historia social de la literatura latinoamericana>>, Actas AELSAL, Giessen, pp. 59-74.
<qC6mo puede un europeo estudiar la literatura latinoamericana?>>, Caravelle (Toulouse), p. 45.
contribuci6n de Angel Rama a la historia social de la literatura latinoamericana>>, Casa de las Americas (La Habana), ndm. 150, pp. 44-57.
Conferencia para el Congreso Dario-Marti, Managua, 1975 (mime6grafo).
Hacia una historia social de la literaturalatinoamericana (coord. A. Losada/
Th. Bremer), Giessen (Actas AELSAL, 1983-1984).
<Hacia una historia social de la literatura latinoamericana , numero monogrfico de la Revista de critica literaria latinoamericana (Lima), num. 23,
coord. por A. Losada y Th. Bremer (no identico con 1985e).
<<Sociedad
<La
<<La
<<La