Gustavo Pereira
My main research interest consists of distributive justice and deliberative democracy.
I have been working on the development of a proposal of distributive justice constituted by two informational bases: means and capabilities, which I support contributes to overcome some of the most remarkable problems of the debate on distributive justice, such as the overrrigidity of means and the riks of subjectivism. My first conclusions regarding this topic was published under the title of Medios, capacidades y justicia distributiva (México, UNAM, 2004).
At a further stage, I considered that asocial justice program aspiring to realize emancipatory interests should rest on a strong foundation and complemented by a certain version of ethos. To accomplish those objectives I integrated into my primary project the foundation strategy of discursive ethics and Wellmer’s concept of democratic ethical life (sittilichkeit). This second stage has been systematized in my book ¿Condenados a la desigualdad extrema?, (México, CEVLT, 2007).
The latest stage of this line of research has been the convergence of a theory of recognition with this proposal of social justice. To realize this aim, I formulate an idea of social justice equally sensitive to the demandas of recognition, as well as the distributive demands. My book Elements of a Critical Theory of Justice (Palgrave Macmillan, 2013) is the most remarkable product of this last stage.
As I share a similar theoretical background with researchers from the Uruguayan Institute of Economy, we have formed the interdisciplinary group "Ethics, Justice and Economics", of which I am responsible, together with Professor Andrea Vigorito. https://www.fhuce.edu.uy/academica/filosofia/filPractica/InvEJE/index.html
Mi área de trabajo principal es la justicia distributiva y en menor medida la democracia deliberativa.
Mi propuesta consiste en la presentación de una teoría de justicia sustentada en dos bases informacionales, una de medios y otra de capacidades. Las propuestas de justicia distributiva tienden a sustentarse en una sola base informacional y de ahí deriva buena parte de sus dificultades, son ejemplos destacados el bienestarismo, el libertarismo, el liberalismo igualitario, la igualdad de capacidades y las distintas versiones de igualdad de oportunidades. Al proponer la doble base informacional a partir de la idea de autonomía del sujeto he pretendido dotar de mayor solidez a los avances que han realizado los filósofos que han trabajado con una sola de las bases de información indicadas.
El punto de inicio de este trabajo fue publicado por el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM bajo el título Medios, capacidades y justicia distributiva. Posteriormente he continuado desarrollando esta idea solucionando algunas dificultades que se presentaban en la primera formulación (Medios, capacidades y justicia distributiva) y que intensifican el perfil de una teoría propia autonomizada de las discusiones que la posibilitaron. Esta última formulación lleva por título ¿Condenados a la desigualdad extrema?, y ha sido publicado por el Centro Lombardo Toledano que depende de la Secretaría de Educación Pública de México. Un último estadio de esta línea ha sido la convergencia de una teoría del reconocimiento con esta propuesta de justicia social. Para ello a partir del supuesto de sujeto de reconocimiento recíproco he formulado un ideal de justicia social igualmente sensible a las demandas de reconocimiento como a las exigencias distributivas. Este último tramo de mi trabajo ha sido publicado en el libro Elements of a Critical Theory of Justice (Palgrave Macmillan, 2013).
Al compartir con investigadores del Instituto de Economía un trasfondo teórico similar, hemos conformado conjuntamente el grupo interdisiciplinar "Ética, justicia y economía", del cual soy responsable junto con Andrea Vigorito. https://www.fhuce.edu.uy/academica/filosofia/filPractica/InvEJE/index.html
Supervisors: Adela Cortina
I have been working on the development of a proposal of distributive justice constituted by two informational bases: means and capabilities, which I support contributes to overcome some of the most remarkable problems of the debate on distributive justice, such as the overrrigidity of means and the riks of subjectivism. My first conclusions regarding this topic was published under the title of Medios, capacidades y justicia distributiva (México, UNAM, 2004).
At a further stage, I considered that asocial justice program aspiring to realize emancipatory interests should rest on a strong foundation and complemented by a certain version of ethos. To accomplish those objectives I integrated into my primary project the foundation strategy of discursive ethics and Wellmer’s concept of democratic ethical life (sittilichkeit). This second stage has been systematized in my book ¿Condenados a la desigualdad extrema?, (México, CEVLT, 2007).
The latest stage of this line of research has been the convergence of a theory of recognition with this proposal of social justice. To realize this aim, I formulate an idea of social justice equally sensitive to the demandas of recognition, as well as the distributive demands. My book Elements of a Critical Theory of Justice (Palgrave Macmillan, 2013) is the most remarkable product of this last stage.
As I share a similar theoretical background with researchers from the Uruguayan Institute of Economy, we have formed the interdisciplinary group "Ethics, Justice and Economics", of which I am responsible, together with Professor Andrea Vigorito. https://www.fhuce.edu.uy/academica/filosofia/filPractica/InvEJE/index.html
Mi área de trabajo principal es la justicia distributiva y en menor medida la democracia deliberativa.
Mi propuesta consiste en la presentación de una teoría de justicia sustentada en dos bases informacionales, una de medios y otra de capacidades. Las propuestas de justicia distributiva tienden a sustentarse en una sola base informacional y de ahí deriva buena parte de sus dificultades, son ejemplos destacados el bienestarismo, el libertarismo, el liberalismo igualitario, la igualdad de capacidades y las distintas versiones de igualdad de oportunidades. Al proponer la doble base informacional a partir de la idea de autonomía del sujeto he pretendido dotar de mayor solidez a los avances que han realizado los filósofos que han trabajado con una sola de las bases de información indicadas.
El punto de inicio de este trabajo fue publicado por el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM bajo el título Medios, capacidades y justicia distributiva. Posteriormente he continuado desarrollando esta idea solucionando algunas dificultades que se presentaban en la primera formulación (Medios, capacidades y justicia distributiva) y que intensifican el perfil de una teoría propia autonomizada de las discusiones que la posibilitaron. Esta última formulación lleva por título ¿Condenados a la desigualdad extrema?, y ha sido publicado por el Centro Lombardo Toledano que depende de la Secretaría de Educación Pública de México. Un último estadio de esta línea ha sido la convergencia de una teoría del reconocimiento con esta propuesta de justicia social. Para ello a partir del supuesto de sujeto de reconocimiento recíproco he formulado un ideal de justicia social igualmente sensible a las demandas de reconocimiento como a las exigencias distributivas. Este último tramo de mi trabajo ha sido publicado en el libro Elements of a Critical Theory of Justice (Palgrave Macmillan, 2013).
Al compartir con investigadores del Instituto de Economía un trasfondo teórico similar, hemos conformado conjuntamente el grupo interdisiciplinar "Ética, justicia y economía", del cual soy responsable junto con Andrea Vigorito. https://www.fhuce.edu.uy/academica/filosofia/filPractica/InvEJE/index.html
Supervisors: Adela Cortina
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Books by Gustavo Pereira
Consumerism, bureaucratism, moralism, juridification, some forms of corruption and the particular Latin American case of “malinchism” can be interpreted as social pathologies insofar as they imply such distortion. This way of conceptualizing social pathologies integrates the traditional sociological macro explanation manifested through the negative consequences of the processes of social rationalization with a micro explanation articulated around the findings of cognitive psychology such as availability heuristic.
Understanding social pathologies as a cognitive failure allows us to identify the introduction of normative friction as the main way to counteract their effects. One of the potential effects of normative friction, as a specific form of cognitive dissonance, is the intense exercise of the imagination, thus operating as a condition of possibility for the exercise of autonomy and reflection. Democratic ethical life, understood as a shared democratic culture, as well as social institutions and narratives, are the privileged social spaces and means to trigger reflective processes that can counteract social pathologies through a reflective reappropriation of the meaning of the shared practical context.
Esta forma de entender las patologías sociales también permite explicar una forma particular de injusticia que denomino anónima caracterizada por la transformación distorsiva del contexto de aplicación de los principios y criterios normativos de justicia, y que se manifiesta en que las políticas sociales culminan realizando lo opuesto a sus intenciones de asegurar la igual dignidad de los ciudadanos.
Debido a que las patologías sociales son entendidas a partir de un fallo cognitivo es que un posible camino para contrarrestar sus efectos será la introducción de fricción normativa, que, siendo una forma específica de disonancia cognitiva, tiene como uno de sus posibles efectos la reapropiación reflexiva del sentido del contexto práctico compartido.
Las voces de la igualdad es el resultado más significativo de una línea de investigación que ya ha obtenido el reconocimiento del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, al haberle otorgado el premio de Ensayo de Filosofía 2009.
Tomando como punto de apoyo la idea de autonomía y reconstruyéndola en términos de reconocimiento recíproco, su propuesta va más allá de los límites del sujeto liberal y su ceguera a las circunstancias que conforman las preferencias. También desde su perspectiva se proyecta el enfoque de las capacidades a un campo de desarrollo conceptual requerido por las demandas de justicia social.
Esta es una obra que conjuga la presentación general de los conceptos básicos del debate sobre justicia distributiva con el desarrollo conceptual riguroso, lo que permite sentar las bases para orientar normativamente el diseño de políticas públicas destinadas a asegurar una sociedad más justa, solidaria e igualitaria.
Gustavo Pereira
Desde hace ya algunas décadas existe una creciente tendencia a propiciar el reencuentro entre ética y economía. El término apropiado es justamente reencuentro porque la economía surgió históricamente como parte de las reflexiones éticas. Así, el primer tratado que se conoce sobre economía en Occidente se encuentra en la Política de Aristóteles, mientras que la obra de Adam Smith, el fundador de la economía moderna, surge en la cátedra de Filosofía Moral de la Universidad de Glasgow.
Sin embargo, en los umbrales del siglo XX la economía se separó radicalmente de su matriz filosófica. Bajo la herencia empirista, ampliada a través del positivismo lógico, se estableció una distinción tajante entre los hechos y los valores, una distinción que se convirtió en el credo de una razón exenta de valoraciones. El verdadero conocimiento científico –se decía- no tiene comercio alguno con los valores, sino solamente con los hechos y con la lógica que permite explicarlos. De esta forma se decretaba el divorcio entre ética y economía, un divorcio que sólo permitía a los antiguos cónyuges relacionarse por yuxtaposición -según aseguraba el influyente Lionel Robbins-, nunca a través de una relación interna que dependiera de la lógica explicativa.
Afortunadamente, hoy podemos afirmar que esta razón tan restringida, tan aséptica y tan ajena a los problemas del hombre, fracasó, y lo hizo simplemente porque su estrechez de miras le impedía explicar lo que pretendía, es decir, la acción humana, también en los procesos de producción, intercambio y generación de riqueza. En la actualidad se extiende la convicción de que la meta primordial de la economía consiste en mejorar la vida de las personas, de donde se sigue que el divorcio entre economía y ética es insostenible, y que es el reencuentro entre ambas el que permitirá que las explicaciones de la economía se las hayan con los verdaderos problemas de las personas. Con ello se vería ampliada aquella racionalidad aséptica, ciega para los valores, y no simplemente anulada, porque no se trata en modo alguno de que pierda el rigor y la precisión que ofrece el desarrollo técnico de la economía, sino, por el contrario, se trata de aprovecharlo y potenciarlo al servicio de una razón crítica, sensible a las exigencias que plantea la aplicación a los contextos concretos. El fin que nos orienta en este camino es el objetivo primordial de asegurar todas las condiciones exigibles para que las personas tengan una vida digna. Éste es a la vez nuestro norte y nuestro criterio de evaluación, que nos lleva a descartar cualquier enfoque o metodología que falle en esta tarea.
En este reencuentro entre economía y ética tiene hoy un protagonismo especial el enfoque de las capacidades de Amartya Sen, tanto por sus aportaciones directas como por las sugerencias que suscita su obra. A partir de este marco común, economistas y filósofos hemos trabajado conjuntamente con el objetivo de comprender mejor y ayudar a superar el principal obstáculo para el logro efectivo de la dignidad humana: la pobreza.
Con este objetivo los trabajos del presente libro tratan de mostrar cómo la humanidad tiene el urgente deber moral de erradicar la pobreza y, en consecuencia, presentan políticas que se han implementado para cumplir con tal obligación, entienden que los Objetivos del Milenio operan como una de las medidas más destacadas por su alcance global, pero también que es imprescindible considerar la implementación local de políticas especialmente diseñadas para combatir la pobreza; atienden a esos procesos que permiten la modelación y transformación de preferencias a través del peso que tienen las comunidades, las tradiciones y las emociones; estudian las alternativas financieras a los sistemas tradicionales de crédito, así como la forma en que las empresas pueden y deben asumir una auténtica responsabilidad social a este respecto. Y todo ello desde los fundamentos de una economía hermenéutica, que exige tener en cuenta como criterio de evaluación del desarrollo, no ya el PIB o el ingreso medio, sino la libertad. Desde esta perspectiva, la ciencia económica, sin perder un ápice de rigor, sino todo lo contrario, se pone al servicio del bien de los seres humanos y proporciona las herramientas necesarias para una evaluación que nos permita forjar un horizonte emancipatorio para la humanidad.
Este libro pretende responder a la búsqueda de justicia demandada por nuestras sociedades; para ello se ha tomando como guía a la propuesta de igualdad de recursos de Ronald Dworkin. En tal tarea, la autonomía del sujeto y su dignidad oficiará de parámetro en la construcción de criterios distributivos y compensatorios. Para ello se procesará una minuciosa discusión con propuestas como las de Rawls, Cohen, Roemer, Nussbaum, Arneson y Sen, cuyos aportes han posibilitado concluir que una teoría de justicia distributiva que conjugue criterios de medios y capacidades es la mejor propuesta para operar como guía en el diseño de políticas públicas que aseguren lo más valioso que tiene una sociedad: la dignidad de las personas.
Papers by Gustavo Pereira
Consumerism, bureaucratism, moralism, juridification, some forms of corruption and the particular Latin American case of “malinchism” can be interpreted as social pathologies insofar as they imply such distortion. This way of conceptualizing social pathologies integrates the traditional sociological macro explanation manifested through the negative consequences of the processes of social rationalization with a micro explanation articulated around the findings of cognitive psychology such as availability heuristic.
Understanding social pathologies as a cognitive failure allows us to identify the introduction of normative friction as the main way to counteract their effects. One of the potential effects of normative friction, as a specific form of cognitive dissonance, is the intense exercise of the imagination, thus operating as a condition of possibility for the exercise of autonomy and reflection. Democratic ethical life, understood as a shared democratic culture, as well as social institutions and narratives, are the privileged social spaces and means to trigger reflective processes that can counteract social pathologies through a reflective reappropriation of the meaning of the shared practical context.
Esta forma de entender las patologías sociales también permite explicar una forma particular de injusticia que denomino anónima caracterizada por la transformación distorsiva del contexto de aplicación de los principios y criterios normativos de justicia, y que se manifiesta en que las políticas sociales culminan realizando lo opuesto a sus intenciones de asegurar la igual dignidad de los ciudadanos.
Debido a que las patologías sociales son entendidas a partir de un fallo cognitivo es que un posible camino para contrarrestar sus efectos será la introducción de fricción normativa, que, siendo una forma específica de disonancia cognitiva, tiene como uno de sus posibles efectos la reapropiación reflexiva del sentido del contexto práctico compartido.
Las voces de la igualdad es el resultado más significativo de una línea de investigación que ya ha obtenido el reconocimiento del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, al haberle otorgado el premio de Ensayo de Filosofía 2009.
Tomando como punto de apoyo la idea de autonomía y reconstruyéndola en términos de reconocimiento recíproco, su propuesta va más allá de los límites del sujeto liberal y su ceguera a las circunstancias que conforman las preferencias. También desde su perspectiva se proyecta el enfoque de las capacidades a un campo de desarrollo conceptual requerido por las demandas de justicia social.
Esta es una obra que conjuga la presentación general de los conceptos básicos del debate sobre justicia distributiva con el desarrollo conceptual riguroso, lo que permite sentar las bases para orientar normativamente el diseño de políticas públicas destinadas a asegurar una sociedad más justa, solidaria e igualitaria.
Gustavo Pereira
Desde hace ya algunas décadas existe una creciente tendencia a propiciar el reencuentro entre ética y economía. El término apropiado es justamente reencuentro porque la economía surgió históricamente como parte de las reflexiones éticas. Así, el primer tratado que se conoce sobre economía en Occidente se encuentra en la Política de Aristóteles, mientras que la obra de Adam Smith, el fundador de la economía moderna, surge en la cátedra de Filosofía Moral de la Universidad de Glasgow.
Sin embargo, en los umbrales del siglo XX la economía se separó radicalmente de su matriz filosófica. Bajo la herencia empirista, ampliada a través del positivismo lógico, se estableció una distinción tajante entre los hechos y los valores, una distinción que se convirtió en el credo de una razón exenta de valoraciones. El verdadero conocimiento científico –se decía- no tiene comercio alguno con los valores, sino solamente con los hechos y con la lógica que permite explicarlos. De esta forma se decretaba el divorcio entre ética y economía, un divorcio que sólo permitía a los antiguos cónyuges relacionarse por yuxtaposición -según aseguraba el influyente Lionel Robbins-, nunca a través de una relación interna que dependiera de la lógica explicativa.
Afortunadamente, hoy podemos afirmar que esta razón tan restringida, tan aséptica y tan ajena a los problemas del hombre, fracasó, y lo hizo simplemente porque su estrechez de miras le impedía explicar lo que pretendía, es decir, la acción humana, también en los procesos de producción, intercambio y generación de riqueza. En la actualidad se extiende la convicción de que la meta primordial de la economía consiste en mejorar la vida de las personas, de donde se sigue que el divorcio entre economía y ética es insostenible, y que es el reencuentro entre ambas el que permitirá que las explicaciones de la economía se las hayan con los verdaderos problemas de las personas. Con ello se vería ampliada aquella racionalidad aséptica, ciega para los valores, y no simplemente anulada, porque no se trata en modo alguno de que pierda el rigor y la precisión que ofrece el desarrollo técnico de la economía, sino, por el contrario, se trata de aprovecharlo y potenciarlo al servicio de una razón crítica, sensible a las exigencias que plantea la aplicación a los contextos concretos. El fin que nos orienta en este camino es el objetivo primordial de asegurar todas las condiciones exigibles para que las personas tengan una vida digna. Éste es a la vez nuestro norte y nuestro criterio de evaluación, que nos lleva a descartar cualquier enfoque o metodología que falle en esta tarea.
En este reencuentro entre economía y ética tiene hoy un protagonismo especial el enfoque de las capacidades de Amartya Sen, tanto por sus aportaciones directas como por las sugerencias que suscita su obra. A partir de este marco común, economistas y filósofos hemos trabajado conjuntamente con el objetivo de comprender mejor y ayudar a superar el principal obstáculo para el logro efectivo de la dignidad humana: la pobreza.
Con este objetivo los trabajos del presente libro tratan de mostrar cómo la humanidad tiene el urgente deber moral de erradicar la pobreza y, en consecuencia, presentan políticas que se han implementado para cumplir con tal obligación, entienden que los Objetivos del Milenio operan como una de las medidas más destacadas por su alcance global, pero también que es imprescindible considerar la implementación local de políticas especialmente diseñadas para combatir la pobreza; atienden a esos procesos que permiten la modelación y transformación de preferencias a través del peso que tienen las comunidades, las tradiciones y las emociones; estudian las alternativas financieras a los sistemas tradicionales de crédito, así como la forma en que las empresas pueden y deben asumir una auténtica responsabilidad social a este respecto. Y todo ello desde los fundamentos de una economía hermenéutica, que exige tener en cuenta como criterio de evaluación del desarrollo, no ya el PIB o el ingreso medio, sino la libertad. Desde esta perspectiva, la ciencia económica, sin perder un ápice de rigor, sino todo lo contrario, se pone al servicio del bien de los seres humanos y proporciona las herramientas necesarias para una evaluación que nos permita forjar un horizonte emancipatorio para la humanidad.
Este libro pretende responder a la búsqueda de justicia demandada por nuestras sociedades; para ello se ha tomando como guía a la propuesta de igualdad de recursos de Ronald Dworkin. En tal tarea, la autonomía del sujeto y su dignidad oficiará de parámetro en la construcción de criterios distributivos y compensatorios. Para ello se procesará una minuciosa discusión con propuestas como las de Rawls, Cohen, Roemer, Nussbaum, Arneson y Sen, cuyos aportes han posibilitado concluir que una teoría de justicia distributiva que conjugue criterios de medios y capacidades es la mejor propuesta para operar como guía en el diseño de políticas públicas que aseguren lo más valioso que tiene una sociedad: la dignidad de las personas.