A lo largo de la historia, las personas Sordas [2] han sido percibidas como sujetos con un deficit cognitivo o como incapaces al no comunicarse como la mayoria oyente, excluyendolas de una participacion social, economica, politica, religiosa y educativa, negando derechos como el derecho al matrimonio, a heredar bienes y al negarles ser tratados linguistica y comunicativamente como personas menores que seran adultas y parte de una cultura Sorda que les es propia.
122) en la alborotada sociedad del cansancio, que es sorda. Frente a este fenomeno, Han defiende el nacimiento de una sociedad de los oyentes y de los que atienden.