OpenStreetMap
Hace unos días estuve en el State of the Map LatAm, que esta vez fue en Belém de Pará, en Brasil, cerca de la desembocadura del río Amazonas. Fue el primer evento relativo a OpenStreetMap al que asisto y fue muy enriquecedor para mí.
Llevo varios años contribuyendo al proyecto OSM de diferentes formas: he fortalecido y empoderado a la comunidad de Colombia, he promovido junto con mi amigo Rafael Isturiz la resolución de notas, he hecho eventos de diferente naturaleza, varios de los cuales me ha acompañado mi señora, mi hijo, a veces mi mamá y hasta mis sobrinos y hermanos. Pero siempre habían sido en Bogotá, o cerca de la capital, como el último que hicimos en Duitama.
Para el SotM LatAm apoyé en ciertas cosas en la organización, como su propuesta inicial (que utilizó las herramientas que habíamos configurado para las juntas LatAm) y en algunos temas de TI.
Desde hace un tiempo, había querido aprender un cuarto idioma, y había intentado entre el Latín y el Esperanto. Pero debido a que era un evento en Brasil, además que ya había viajado 2 veces allá, decidí aprender Portugués. Comencé con Duolingo (y aún sigo, al igual que otros amigos que fueron al SotM) y tomé clases en el IBRACO. Con esto al menos podría interactuar con los locales más fácilmente.
Para preparar el viaje, me tocó alistar la vacuna de la fiebre amarilla, desempolvar los pasaportes, y recordar que la última vez que había salido del país fue a Francia para presidir el matrimonio de mis amigos Magali y Noel (si, yo los casé).
En la preparación del vuelo, una persona que admiro mucho, Leonardo Gutiérrez, me dijo que iba a tomar el mismo vuelo y los mismos hoteles que yo. Esto ya pintaba bueno, porque con Leo nos la llevamos muy bien y viajar bien acompañado vale oro.
Ya cuando se acercaba el día del vuelo, la mejor pareja mapeadora, Angie y Juancho, me dijeron que iban a tomar el mismo vuelo. Ya en este punto dije: será un viaje genial.
Llegó el día del viaje, había protestas en el aeropuerto Eldorado, por lo que Angie y Juancho llegaron con 6 horas de anterioridad, y me dijeron que no había problema para pasar al muelle internacional. Entonces, me “relajé” y como yo sabía que Leo que venía de Duitama en bus, y llegaba en Transmilenio (el bus BRT de Bogotá) decidí tomar el mismo bus. ¡Fue una Odisea! Primero ajustar el trayecto para tomar el mismo bus expreso. Cuando llegué a la estación donde paraba (llegué corriendo). El bus estaba lleno, además, yo llevaba una maleta grande, y el sombrero que mi amigo Salim me había pedido (un sombrero aguadeño espectacular, que también me voy a comprar). Iba tan lleno el bus, que me tocó pedirle a algunas personas que estaban fuera del bus que me empujaran, para poder entrar (al estilo japonés con los pushers, aunque aquí sin guantes blancos).
Dentro del bus, le pasé el sombrero a Leo, que estaba “lejos” pero mejor posicionado que yo - en la puerta, y las personas me ayudaron con esto. Ya más adelante comenzamos a hablar, y no paramos durante los 5 días del evento.
Cuando llegamos al aeropuerto, comenzamos a calentar motores, con una cerveza en Crepes & Waffles mientras cenábamos. Después fuimos a emigración, y claro, como hace rato no salía del país, me tocó hacer una fila de 1 hora para el control, ya que no tengo control biométrico. Ya después de pasar emigración, Angie y Juan nos esperaban con varias cervezas. ¡Cerveza a 5000 en el muelle internacional! Con eso la espera del avión fue muy buena. Ahí fue que les dije, esto es como un viaje de Prom, porque tenía amigos que me cuidaban, y yo a ellos.
Más tarde se unió Mishell, y aceptó muy contenta una cerveza que le teníamos. Lo único fue que en el vuelo de Avianca de Bogotá a Manaos no pudimos tomárnoslas, por lo que decidimos dormir en el avión. Iba tan desocupado que cada uno tomó una banca de 3 personas, por lo que pudimos descansar acostados.
Durante todo el viaje, les pedí a ellos que me ayudaran a cuidar el sombrero de Salim, y casi que, en vez de estar pendiente de las maletas, estábamos pendiente de que el sombrero no se quedara en algún lado, ni fuera lastimado.
Ya en Manaos, yo debía recoger mi maleta, y esperar 4 horas para el otro vuelo. ¿Cómo esperar? pues tomando unas cervezas, así hasta las 6 de la mañana, después desayunamos, y tomamos el otro vuelo.
Finalmente, en Belén, después de una noche muy interrumpida, en un vuelo con turbulencias, llegamos al hotel. Un hotel cerca de la ubicación inicial del evento, del Hangar, pero muy lejos del nuevo lugar, el Palacete do Pinho.
Nos encontramos con Leo, fuimos donde estaba Jonathan y Graeme, los expedicionarios del Amazonas (tomaron barco desde Iquitos hasta Belém de lo cual escribieron varias entradas en el diario de OSM) y se nos unió Julieth, una chica de Medellín.
El siguiente día era para un evento sencillo en la mañana (ya que no había terminado el FOSS4G), que consistía en el registro y después una walk-a-thon. Llegué temprano, saludé a Juan Arellano, con quien habíamos cuadrado varios eventos, y a Cati, que es una chica con la que siempre puedo contar, y me encanta ese apoyo incondicional.
Posteriormente vino la que pudo haber sido la parte más emocionante para mí. Empecé a saludar gente que conocía de hace años, grandes amigos, pero no había tenido la oportunidad de conocerlos en persona. El primero fue Salim, que gusto poder estar ahí con él, y hablamos bastante. Después saludé a Céline; fue un caluroso abrazo, de una gran amiga. Después de muchos años de hablarnos, no había tenido la oportunidad de compartir con ella, que “chevere”. Posteriormente vino Vitor, con quien hemos apoyado la construcción de la comunidad de LatAm. Entonces, me dije, estos momentos hay que guardarlos, y comencé a tomar una selfie con cada persona que saludaba.
Así fue como saludé o conocí a Willie, Patricia Llanos, Dolores, Kaue, Ariel Anthieni, Mishell Catucuamba, los chicos de SAGEMA Paulina, Julieth, Yéssica, Camilo y la sorpresa, Sebastián Bravo - quien no había confirmado que viajaba a Belém. Finalmente llegaron las TomTom girls, unas personas magníficas con las que había hablado mucho, María José y Zorca, quienes me presentaron a Leticia. Puede que haya saludado a más personas, pero no lo recuerdo.
Nos tomamos la primera selfie del evento, y así vinieron varias fotos. Salimos, nos dividimos en 2 grupos, y comenzamos a mapear. Algunos con StreetComplete, otros con Every Door, Angie y yo con las cámaras 360, otras personas tomaban fotos y videos para Mapillary. Ahí aprendimos mucho.
Esa noche, fuimos algunos a tomar unas cervezas en el hotel, y Leonardo estaba haciendo lo que nos dijo que hacía Agustín Codazzi, quedarse en el agua todo el día, y atender desde ahí; en este caso, él hablándonos y tomando cerveza desde la piscina. Qué buen plan.
Después fuimos al Hangar, para la presentación de las personas que participábamos del SotM, algo corto, y ahí identifiqué que OSM es muy amplio, para diferentes propósitos. Después nos fuimos “los viejos” (como nos llamó Kaue) a las Docas, el antiguo puerto de la ciudad, y nos encontramos con otras personas de OSM. Compartimos con la gente de TomTom, nos dijeron que tocaba comer un helado tradicional ahí, y la pasamos muy bien. El no “viejo”, Kaue, fue el primero en irse al hotel por estar cansado.
Al siguiente día, nos tocó ir al otro lugar, al palacete do Pinho, y junto con Leo identificamos que realmente nuestro hotel estaba muy lejos. Pero ya que podíamos hacer.
La primera presentación fue del Board de la OSMF, una sorpresa tener a alguien de la organización que soporta OSM en el evento de LatAm, y qué mejor que una presentación en español, dada por Daniela, lo cual empoderó mucho a las personas. Para apoyar las membresías, creamos unos códigos QR (Rafa me apoyó con esto remotamente) y sabemos que muchas personas se inscribieron. Estamos esperando estadísticas actualizadas de membresía por país y así crecer la participación de LatAm.
Después vino la presentación de TomTom, algo muy bien logrado, en diferentes idiomas, inglés, español y portugués, donde el público entendió por qué esta organización está tan interesada en fortalecer la comunidad.
La siguiente presentación era de Juan Melo y su mapeo en Araracuara. Él ya me había contado cosas de lo exigente que fue, pero no había visto eso en fotos, y es admirable el trabajo que hace él en HOTOSM, y los riesgos a los que se expone.
En este punto le di a Salim, la bandera y el sombrero aguadeño después de todo ese trayecto. En ese momento me pidió que nos tomáramos una foto con todos lo que veníamos de Colombia, y ahí me di cuenta de que éramos la delegación más numerosa después de la local (inclusive puede que hayamos sido más numerosa que la de Brasil).
En este momento, Vitor se me acercó y me entregó el premio que me habían “dado” en el State of the Map 2024 en Kenya, al cual no había ido, y que se lo habían dado a Maya, después a Willie, y finalmente a Vitor. Gracias a ustedes por llevar ese galardón, ya que no es pequeño. Aproveché y le pedí a alguien a HOTOSM que me lo entregara para la foto oficial, y así fue como Juan Arellano posó conmigo para la entrega del premio: Community Organizer of the Year – Latin America and the Caribbean 2024 – In recognition of your oustanding leadership and organization in building and supporting a vibrant open mapping community in Latin America and the Caribbean region.
Era la hora del almuerzo y nos recibieron con una feijoada, el plato típico de Brasil, el que produce mucha “Saudade” y ya entendimos por qué.
Después del almuerzo, vino la presentación que más estábamos esperando, la presentación de Angie. Esto debido a que estaba nerviosa, y era su debut en presentaciones. Es cierto que Angie conoce muy bien de OSM, y siempre está explicando cosas, pero era la primera vez que precedía una charla. Fue algo genial, un tema que poco se trata por lo común que es, como son los caminos-highways, pero al mismo tiempo, lo poco discutido en comunidad. La charla aclaró muchas dudas, salieron preguntas, hubo discusión, se integró con otros temas como el transporte. En fin, muy buen taller. Felicidades, Angie, espero que siguas haciendo muchas presentaciones.
Después vinieron más conferencias, donde las GeoChicas nos presentaron lo que hacen para promover el mapeo por mujeres; OvertureMaps nos invitó a usar sus datos, donde usan diferentes fuentes. Esto último tiene mucho potencial para fortalecer el mapa.
Ya era el momento de charlas paralelas, teníamos 3 tracks, y ahí di mi taller de mapeo de ríos. Quise presentar eso porque es lo que estoy trabajando, de corregir ríos gracias a la página WaterwayMap.org creada por Amapanda. Y pues fue algo muy discutido, lo cual es muy bueno para que comencemos a mapear de la misma forma y logremos tener verdaderas cuencas en LatAm.
Ya en la noche, queríamos ir a tomar algo. Y pues no sabíamos a donde ir. Finalmente, entramos a un establecimiento cerca que tenía música en vivo, lo cual animaba mucho. Ahí tomamos unas cervezas y pudimos compartir con muchas personas. En otros contextos se llaman GeoBeer, y considero que es el espacio ideal para fortalecer lazos, para conocer personas, para compartir, y debe estar bien definido para que no se pierda esa esencia, ya que, si bien es un grupo de personas trabajando a miles de kilómetros de distancia, también somos una comunidad, y un grupo de amigos. Aproveché para tomar otras selfies, con Graeme, Edoardo Nerhut, Jonathan Rupirre, Iván Gayton, Andrés Duhour, Jaime Gutiérrez, Maya, Carolina García, Dani Waltersdorfer, Severin Menard, Adrien.
Al siguiente día, había un taller de drones, el cual permitió a varias personas manejar un drone. Este tipo de actividades permiten quitarle el miedo, y aventurarse con estas herramientas de mapeo. Además, que se presentó junto a DroneTM, que permite dividir una zona para tomar fotos entre varios pilotos/drones. También hubo otros talleres, pero no pude asistir, principalmente los de YouthMappers, donde mostraban todo lo que han hecho, y como había varios de Colombia eran muy buenos.
Por la tarde era el taller de mi amigo Leo, el cual era sobre cómo su trabajo de generar rutas de transporte y cómo generar los GTFS a partir de esto. Una charla bastante técnica, que tuvo gran acogida. Lo malo fue la temperatura que nos hizo transpirar a todos, ya que no había aire acondicionado. Leo casi se me derrite.
Ya en este punto se empezaban a hacer los actos protocolarios de cierre, entre esos la foto grupal. Rodrigo tomó la foto más conocida del evento que ha rodado en redes sociales. Posteriormente, Juancho me dio su drone para hacer la foto desde el aire. Me tocó poner a prueba mis dotes de piloto de drone certificado, sobre todo, que había unos cables cercanos por ahí.
Volvimos al auditorio, y Juancho hizo la última presentación, del mapeo de ciclovías de Bogotá. Este fue un proyecto que hicimos hace un tiempo con Jorge Aguirre-JAAS, Angie, Juancho y yo, y qué bueno recordar todo eso que hicimos, que definimos, las discusiones, las salidas a terreno, los datos que recolectamos, y lo mejor de todo, tener esa presentación cuando se cumplen 40 años de la ciclovía en Bogotá, pionera en el mundo de bloquear los carros y motos algunas vías por unas horas, para dejar circular bicicletas, peatones, y demás transporte ligero.
Para terminar el evento, Juando (CyberJuan) me dijo que presentara la postulación de Medellín como sede del próximo State of the Map LatAm. Ya habían preparado unas diapositivas exquisitas, muy bien organizadas, pero mi discurso puede que no estuviera al mismo nivel. Hice mi mejor esfuerzo, presenté en español, inglés, e um poquinho de português. A la gente le gustó y aceptó esta ciudad.
Ya el último día en Belém, después del evento, lo pasé con el mismo grupo que llegué, Leo, Angie y Juan. Para encontrarnos, tomé el bus público con Leo, ya que le toca tomar bus a donde vaya, por su rol en Trufi. Fue una aventura, primero porque había bloqueos, y después porque me tocó hablar en portugués con el que cobra, y explicarle por qué estaba tomando un bus que no nos servía. Me sentí orgulloso de haber aprendido portugués y de la cultura brasileña.
Para terminar la aventura, con Leo, nos separamos de Angie y Juan en el centro de la ciudad, para vernos en el aeropuerto. Fuimos a recoger las maletas, después al aeropuerto, y pasamos los controles. En el momento del control de maletas, nos estábamos arreglando, tomando nuestras maletas, y encontramos una maleta pequeña como las que nos había dado TomTom. Ahí me dije fijo es de alguien de nosotros, se lo comenté a Leo, y él la tomó de una. Llamamos a Angie y Juan, les preguntamos si tenían todas sus cosas, y se dieron cuenta que se les había quedado esa maleta. Bueno, por eso es por lo que se viaja entre amigos, para protegerse entre todos y disfrutar más el viaje.
Entonces, nos vemos el próximo año en Medellín, la ciudad de la eterna primavera donde tendremos más de estas aventuras.
.jpg){kind=link}