The DefendersSerie
2017
Douglas Petrie (Creador), Marco Ramirez (Creador) ...
5,372
Serie de TV. Acción. Ciencia ficción
Miniserie de TV (2017). 8 episodios. The Defenders sigue a Daredevil (Charlie Cox), Jessica Jones (Krysten Ritter), Luke Cage (Mike Colter) y Iron Fist (Finn Jones). Cuatro héroes únicos con un objetivo común: salvar Nueva York. Esta es la historia de cuatro personas solitarias que sobrellevan sus propios desafíos y entienden que son más fuertes al formar un equipo. (FILMAFFINITY)
17 de agosto de 2017
41 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ciego ninja, una detective de fuerza sobrehumana, un afroamericano a prueba de balas y un niño rico con el poder las artes marciales entran a un restaurante chino.
¿Cuál es el chiste?
Pues el primero y más importante es pensar que esta serie no es absoluto disfrute y cuidado entretenimiento, con no más de la seriedad imprescindible de por medio.
'The Defenders' no pierde tiempo en tratar de justificarse: esto es un cómic multivitaminado y poderoso, una aventura urbana en la que chocan antiguos cultos con los hijos que han engendrado, y, principalmente, una exploración del heroísmo más sacrificado, a pie de calle y con nula admiración pública.
Matt Murdock, Jessica Jones, Luke Cage y Danny Rand empiezan desde el mismo sitio, con sus caminos personales llegando a una vía muerta de dudas e incertidumbre: ¿quiero la parte de responsabilidad que me ha tocado? ¿hago bien usando mis habilidades? ¿era esto lo que estaba destinado a hacer?
Estos justicieros ya han catado sus primeras batallas, tras ellas se han permitido un alto en el camino y están madurando si sus poderes merecen el inevitable coste personal que acarrean, mientras retoman el contacto con amigos, amantes, mentores... familia.
Esta era la vida que se estaban perdiendo, aunque irónicamente lucharon para protegerla.
Claro que nadie puede huir a su naturaleza demasiado tiempo: a Matt se le seca la boca oyendo las llamadas de auxilio que se fuerza a ignorar, Jessica ha hecho carrera obsesionándose con casos imposibles de solucionar, Luke se ha sorprendido siendo ejemplo de algo que no puede rechazar, y Danny guarda una responsabilidad por una deuda que no pudo pagar.
Así se embarcan, de manera tímida al principio y cada vez más agresiva a medida que avanzan, contra un complot que revuelve los bajos fondos urbanos, que se está cobrando la vida de personas inocentes y que se desarrolla de manera demasiado clandestina como para llamar la atención de justicieros que no estén a pie de calle. Alexandra es la gran mente en la sombra, una "villana", si se la puede llamar así, que se diferencia de anteriores en una cosa única pero crucial: allí donde otros buscaban control y poder, ella busca simple destrucción, porque su juicio ha quedado tan por encima de todo que no le merece la pena conservar imperios condenados a derrumbarse, o tradiciones que no van perpetuarse.
Sigourney Weaver compone el retrato de una persona exquisita y refinada, que sólo halla disfrute en el arte o la creación, y nos hace pensar que estamos equivocados, que por este mundo no vale la pena luchar, porque su fin acabará llegando, y la muerte es solo una puerta que los elegidos mil veces pueden cruzar.
Interesante amenaza, por ello, la que pone esta serie sobre la mesa: de repente, vemos que los cultos en los que se ha movido este cuarteto tienen un alcance global y casi mitológico, de la clase que ve el tiempo pasar sin inmutarse, y por primera vez nos damos cuenta de que ellos quizá no son los elegidos de nadie, sino los accidentes que se han salido del camino marcado.
Daredevil estaba destinado a la lucha contra el Mal y el Iron Fist permanecía por la protección del Bien: conceptos lo suficientemente monumentales como para que los fracasos de Matt y Danny puedan magnificarse, y sus cruzadas disfrazadas parezcan carecer de sentido.
Pero si hay algo que esta serie también pone de manifiesto, de la manera más acertada y más sencilla posible, es que la más pequeña causa siempre tendrá más validez que cualquier esquema grandioso: las conversaciones entre Alexandra y Madame Gao podrán impresionar por su aparente lucidez y sabiduría a través de los siglos, pero es Luke Cage abrazando a una madre desesperada lo que nos desarma, y de la peor manera.
Sigue importando salvar vidas y familias, por más pequeñas que sean para las tradiciones y las profecías.
Sigue importando que haya defensores del inocente, por muy difícil que se haya vuelto esa tarea.
Durante la primera mitad de la serie vemos a los cuatro sumidos en la iluminación y fotografía de su respectivo color, y solo será en el restaurante chino que les sirve como cuartel general donde la gama cromática que les acompaña se una, se confunda y estalle: una manera de contar, sin palabras, que cada uno de estos sacrificados héroes ha encontrado la razón para seguir en que no están solos y no son los únicos que luchan, por mucho que se resistieran a creerlo, en un mundo que parecía quitarles tanto y darles tan poco.
Quizá sea el momento de cambiar las tornas, porque son los únicos que pueden hacerlo aunque no estuvieran destinados a ello; por los amigos y familias que protegen aunque muchas veces los pierdan.
Me esperaba pasármelo bien (porque esto no deja de ser un cómic, cosa que parece que cuesta aceptar), pero lo que no me esperaba es que esto fuera una lógica continuación de todas las series circundantes y un necesario capítulo en la vida de cada uno de estos urbanos vigilantes.
Porque la unión hace la fuerza, pero también funciona en los dos sentidos: como superioridad numérica ante un mal que siempre se va a multiplicar, y como revalidación de unas responsabilidades que estos superhéroes se merecían ver apoyadas.
¿Cuál es el chiste?
Pues el primero y más importante es pensar que esta serie no es absoluto disfrute y cuidado entretenimiento, con no más de la seriedad imprescindible de por medio.
'The Defenders' no pierde tiempo en tratar de justificarse: esto es un cómic multivitaminado y poderoso, una aventura urbana en la que chocan antiguos cultos con los hijos que han engendrado, y, principalmente, una exploración del heroísmo más sacrificado, a pie de calle y con nula admiración pública.
Matt Murdock, Jessica Jones, Luke Cage y Danny Rand empiezan desde el mismo sitio, con sus caminos personales llegando a una vía muerta de dudas e incertidumbre: ¿quiero la parte de responsabilidad que me ha tocado? ¿hago bien usando mis habilidades? ¿era esto lo que estaba destinado a hacer?
Estos justicieros ya han catado sus primeras batallas, tras ellas se han permitido un alto en el camino y están madurando si sus poderes merecen el inevitable coste personal que acarrean, mientras retoman el contacto con amigos, amantes, mentores... familia.
Esta era la vida que se estaban perdiendo, aunque irónicamente lucharon para protegerla.
Claro que nadie puede huir a su naturaleza demasiado tiempo: a Matt se le seca la boca oyendo las llamadas de auxilio que se fuerza a ignorar, Jessica ha hecho carrera obsesionándose con casos imposibles de solucionar, Luke se ha sorprendido siendo ejemplo de algo que no puede rechazar, y Danny guarda una responsabilidad por una deuda que no pudo pagar.
Así se embarcan, de manera tímida al principio y cada vez más agresiva a medida que avanzan, contra un complot que revuelve los bajos fondos urbanos, que se está cobrando la vida de personas inocentes y que se desarrolla de manera demasiado clandestina como para llamar la atención de justicieros que no estén a pie de calle. Alexandra es la gran mente en la sombra, una "villana", si se la puede llamar así, que se diferencia de anteriores en una cosa única pero crucial: allí donde otros buscaban control y poder, ella busca simple destrucción, porque su juicio ha quedado tan por encima de todo que no le merece la pena conservar imperios condenados a derrumbarse, o tradiciones que no van perpetuarse.
Sigourney Weaver compone el retrato de una persona exquisita y refinada, que sólo halla disfrute en el arte o la creación, y nos hace pensar que estamos equivocados, que por este mundo no vale la pena luchar, porque su fin acabará llegando, y la muerte es solo una puerta que los elegidos mil veces pueden cruzar.
Interesante amenaza, por ello, la que pone esta serie sobre la mesa: de repente, vemos que los cultos en los que se ha movido este cuarteto tienen un alcance global y casi mitológico, de la clase que ve el tiempo pasar sin inmutarse, y por primera vez nos damos cuenta de que ellos quizá no son los elegidos de nadie, sino los accidentes que se han salido del camino marcado.
Daredevil estaba destinado a la lucha contra el Mal y el Iron Fist permanecía por la protección del Bien: conceptos lo suficientemente monumentales como para que los fracasos de Matt y Danny puedan magnificarse, y sus cruzadas disfrazadas parezcan carecer de sentido.
Pero si hay algo que esta serie también pone de manifiesto, de la manera más acertada y más sencilla posible, es que la más pequeña causa siempre tendrá más validez que cualquier esquema grandioso: las conversaciones entre Alexandra y Madame Gao podrán impresionar por su aparente lucidez y sabiduría a través de los siglos, pero es Luke Cage abrazando a una madre desesperada lo que nos desarma, y de la peor manera.
Sigue importando salvar vidas y familias, por más pequeñas que sean para las tradiciones y las profecías.
Sigue importando que haya defensores del inocente, por muy difícil que se haya vuelto esa tarea.
Durante la primera mitad de la serie vemos a los cuatro sumidos en la iluminación y fotografía de su respectivo color, y solo será en el restaurante chino que les sirve como cuartel general donde la gama cromática que les acompaña se una, se confunda y estalle: una manera de contar, sin palabras, que cada uno de estos sacrificados héroes ha encontrado la razón para seguir en que no están solos y no son los únicos que luchan, por mucho que se resistieran a creerlo, en un mundo que parecía quitarles tanto y darles tan poco.
Quizá sea el momento de cambiar las tornas, porque son los únicos que pueden hacerlo aunque no estuvieran destinados a ello; por los amigos y familias que protegen aunque muchas veces los pierdan.
Me esperaba pasármelo bien (porque esto no deja de ser un cómic, cosa que parece que cuesta aceptar), pero lo que no me esperaba es que esto fuera una lógica continuación de todas las series circundantes y un necesario capítulo en la vida de cada uno de estos urbanos vigilantes.
Porque la unión hace la fuerza, pero también funciona en los dos sentidos: como superioridad numérica ante un mal que siempre se va a multiplicar, y como revalidación de unas responsabilidades que estos superhéroes se merecían ver apoyadas.
18 de agosto de 2017
36 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ocho capítulos , todos estrenados el mismo día, con cuatro personajes, que cuentan a su vez con un recorrido previo: en los casos de Iron Fist, Luke Cage y Jessica Jones una temporada, Daredevil dos, toda una creación mitológica en cuanto a estructura narrativa que hace a The Defenders un producto de peso. Es como estar mirando cuatro series en una, muy lograda la interdependencia argumental. A destacar el ritmo que tiene, siempre esta ocurriendo algo, también cabe señalar algunos encuadres y movimientos de cámara que le dan personalidad a la serie.
Con lo que cuesta hoy llevar a cabo un proyecto y por lo bien que desarrollaron a los personajes merece su visionado, definitivamente Netflix cambió la forma de mirar series para el publico masivo, que puede establecer una conexión cercana y mas ''ritualizada'' con el desarrollo de la historia a costa de horas de sueño.
Un producto redondo, cuyo objetivo es entretener y lo logra con creces.
Con lo que cuesta hoy llevar a cabo un proyecto y por lo bien que desarrollaron a los personajes merece su visionado, definitivamente Netflix cambió la forma de mirar series para el publico masivo, que puede establecer una conexión cercana y mas ''ritualizada'' con el desarrollo de la historia a costa de horas de sueño.
Un producto redondo, cuyo objetivo es entretener y lo logra con creces.
20 de agosto de 2017
25 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
En medio de tantas series que hay hoy en día, con grandes productos que aparecen de un momento a otro, debe ser uno muy selectivo para invertir su tiempo, y debo decir que con "The Defenders", el tiempo es perdido. No es basura, como lo dicen algunos sujetos emocionales, pero no es destacable como Daredevil o Jessica Jones. Seguro que a los fans de marvel le gustará ver a sus personajes reunidos, pero no creo que alguien que lleve cierto tiempo viendo algunas buenas series, les vaya a entusiasmar mucho.
El producto es uno más del monto, un "copy paste" de frases de cualquier serie de acción. Los personajes tienen poco trasfondo, que supongo yo que fue porque ya fueron desarrollados en sus respectivas series y solo se querían concentrar en la historia, ¿pero que historia?. La historia es bastante superficial, y no es más que una continuación de la aburrida Iron Fist. Es la misma serie, solo que le agregaron de relleno a los personajes de las otras series. El villano, trataron de insertar un personaje que le diera clase y altura, pero solo se quedo en eso, un sujeto que solo come en restaurantes finos, pero que no inspira temor y no interesa como lo haría Kingpin, kilgrave. Por otra parte el mayor lastre de la serie, fue ese recurso soso de "no quiero ser héroe", de parte de daredevil y sus amigos, es absolutamente odioso escuchar eso a lo largo de todos los capítulos. Lo único que me gusto de la serie fue Jessica Jones, ya que su humor sarcástico, es lo único de entretenimiento en medio de todo.
Le pongo 6, porque no es un mal producto, se deja ver, tiene algunas escenas de acción interesantes, y para los que vimos las series por separado, es bueno verlos en pantalla, no es más. Olvidable definitivamente.
El producto es uno más del monto, un "copy paste" de frases de cualquier serie de acción. Los personajes tienen poco trasfondo, que supongo yo que fue porque ya fueron desarrollados en sus respectivas series y solo se querían concentrar en la historia, ¿pero que historia?. La historia es bastante superficial, y no es más que una continuación de la aburrida Iron Fist. Es la misma serie, solo que le agregaron de relleno a los personajes de las otras series. El villano, trataron de insertar un personaje que le diera clase y altura, pero solo se quedo en eso, un sujeto que solo come en restaurantes finos, pero que no inspira temor y no interesa como lo haría Kingpin, kilgrave. Por otra parte el mayor lastre de la serie, fue ese recurso soso de "no quiero ser héroe", de parte de daredevil y sus amigos, es absolutamente odioso escuchar eso a lo largo de todos los capítulos. Lo único que me gusto de la serie fue Jessica Jones, ya que su humor sarcástico, es lo único de entretenimiento en medio de todo.
Le pongo 6, porque no es un mal producto, se deja ver, tiene algunas escenas de acción interesantes, y para los que vimos las series por separado, es bueno verlos en pantalla, no es más. Olvidable definitivamente.
24 de agosto de 2017
25 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a ser breve; Solo rescataría a Elektra y Daredevil (estos últimos bajaron su listón con lo alto que lo dejaron en la 2º temporada). No hay ningún tipo de química entre los Defenders, esperas que pasen cosas alucinantes y solo te puedes lamentar de que hay algo que no cuadra por ningún lado. Una lastima, ya desde el principio se hace algo lenta y poco creíble esta unión sin sentido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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21 de agosto de 2017
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mayoría de críticas negativas que leeréis os dirán que los cuatro protagonistas tardan mucho en reunirse. Para mí, este punto es el más lógico y realista de toda la serie. ¿Cómo no van a tardar en reunirse? Se trata de cuatro personajes con personalidades totalmente opuestas y que se encuentran en diferentes lugares del mundo. Lo que no habría sido normal es que de un día para otro los cuatro coincidieran porque sí y se hicieran super amiguitos... Jessica Jones es una borde que pasa de todo el mundo, Daredevil es reservado y solitario, Luke Cage es escéptico y desconfiado, y Iron Fist es un niño grande, pura inocencia. Me parece magistral la forma en que estos personajes tan dispares, con personalidades nada dadas a hacer amigos, que mantienen su esencia intacta de sus respectivas series, van coincidiendo poco a poco y chocando entre ellos, hasta que no les queda otro remedio que unirse.
Habréis leído por ahí que el ritmo de la serie es lento. A mí, sin embargo, me parece vertiginoso. La primera mitad de la temporada es como ver simultáneamente las temporadas 2 de Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist y la temporada 3 de Daredevil. ¡¿Cómo va a ser lento cuando estás viendo cuatro series a la vez?! Cada personaje aparece exactamente donde se quedó en su respectiva serie, y su historia sigue avanzando en solitario, hasta que, poco a poco, sus destinos se van cruzando, de manera natural, en un equilibrio perfecto de protagonismo, sin atropellarse ni amontonarse. Cada capítulo te engancha a ver el siguiente. Lo siento, chicos, no se reúnen en el primer capítulo, se hacen amigos de repente en una trama forzada y se ponen a repartir estopa durante los otros siete episodios, como habrían querido muchos.
Las escenas de acción, afortunadamente, se acercan más a las de la serie de Daredevil (sin llegar a ser tan buenas) que a la de Iron Fist.
Sigourney Weaver aporta una ración extra de carisma a la serie. Solo con su presencia ya impone.
El guión no ofrece giros de guión espectaculares. Cumple bien, reúne a los protagonistas de manera natural, que era lo más importante, y avanza en la trama sin demasiadas complicaciones. Se defiende bien.
En spoilers expongo una pequeña reflexión sobre el final de las series anteriores, no hago spoilers de Defenders.
Habréis leído por ahí que el ritmo de la serie es lento. A mí, sin embargo, me parece vertiginoso. La primera mitad de la temporada es como ver simultáneamente las temporadas 2 de Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist y la temporada 3 de Daredevil. ¡¿Cómo va a ser lento cuando estás viendo cuatro series a la vez?! Cada personaje aparece exactamente donde se quedó en su respectiva serie, y su historia sigue avanzando en solitario, hasta que, poco a poco, sus destinos se van cruzando, de manera natural, en un equilibrio perfecto de protagonismo, sin atropellarse ni amontonarse. Cada capítulo te engancha a ver el siguiente. Lo siento, chicos, no se reúnen en el primer capítulo, se hacen amigos de repente en una trama forzada y se ponen a repartir estopa durante los otros siete episodios, como habrían querido muchos.
Las escenas de acción, afortunadamente, se acercan más a las de la serie de Daredevil (sin llegar a ser tan buenas) que a la de Iron Fist.
Sigourney Weaver aporta una ración extra de carisma a la serie. Solo con su presencia ya impone.
El guión no ofrece giros de guión espectaculares. Cumple bien, reúne a los protagonistas de manera natural, que era lo más importante, y avanza en la trama sin demasiadas complicaciones. Se defiende bien.
En spoilers expongo una pequeña reflexión sobre el final de las series anteriores, no hago spoilers de Defenders.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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