Si intento entender como la mayoría de gente no se lo ha pasado bien en este digno remake de "Oscar, una maleta, dos maletas, tres maletas" de Edouard Molinaro me pongo a reir aún más de lo que lo hice en esta película, porque la verdad es que divierte siendo éste un vodevil bastante teatrero pero que no cae nunca en lo hortera y casposo que podría ser en manos peligrosas, ágil y elegante en todo momento con situaciones provocadas para enredar y enredar para originar confusiones entre los presentes y originar un caos que se mantiene hasta el final. Sylvester Stallone no recuerda para nada a Louis de Funes en el original con sus carantoñas y sus desmanes ni pretende hacerlo porque su papel aquí es compartir protagonismo con el resto de elenco y con lo que se narra y el hecho de que toda la película en cierta manera sea una parodia puede que ayude el hecho de que el protagonista sea un actor que no se corresponde con este tipo de papeles. En ningún momento he sentido asco ni aburrimiento ni he maldecido viendo esta película por el simple hecho de ser un vodevil, sí ! un vodevil ! .

No hago más que ver películas interesantes y amenas y encontrarme después aquí que sus votaciones no pasan del 4 raspado y me pregunto a qué será debido, la respuesta es muy simple: son películas en su desarrollo y concepto sencillas pero ligeras, vacías en muchos aspectos pero llenas en otros que hacen que logren su propósito: entretener. Con un argumento leve y conciso nos encontramos ante una bastante eficaz película de acción donde la simpática pareja protagonista y unas espectaculares escenas aéreas hacen que se vea con agrado sin importar para nada la discreta intríga político-mafiosa en que se mueve la historia, ni que los diálogos no sean profundos y trascendentes, que digan alguna que otra tontería machista, y que a alguien le parezca que Nastassja Kinski no es atractiva (...), todo ello es ir a buscar peras al olmo. Narración ligera y directa, sin andarse por las ramas, hacen que se pase un buen rato entretenido ( que ya es mucho ) y punto.

Anodina historia edulcorada con encuadres rebuscados y colores llamativos con una buena banda sonora y excelentes actores que deambulan como fantasmas perdidos en medio de la nada.
Más preocupado por resaltar cada plano con ese sello personal que le caracteriza, Wong Kar-Wai (sobrevaloradísimo director de cine), se olvida por completo aquí de contar como mínimo una decente historia, de componer un argumento mínimamente interesante, todo se queda en un intento de propuesta sin que nada tenga razón de ser..., es un querer y no poder.
Una vez más nos encontramos ante una de sus muy personales historias de amores y desengaños, de pasiones inconfesables y de sentimientos propios que va sólo sugiriendo dentro de su también estilo video-clipero que no aporta nada claro al asunto.
No nos podemos dejar deslumbrar por ese juego de colorines, rebuscadas perspectivas, el deambular por la pantalla de admirados actores, (en ésta no podremos averiguar si Norah Jones es una buena actriz), todo bajo una música que nos cautiva y que anima la función..., ya que todo lo demás es pólvora mojada, y es una pena porque parece bonito lo que quiere contar; esa exploración de los sentimientos de la gente y sus preocupaciones y deseos.
P.D.: el único hipnotismo que provoca es el de mirar el reloj cada poco tiempo.

Me he esforzado al visionarla de intentar encontrar lo tan horrible que dicen muchos que es, pero por mucho que me he esforzado no lo he conseguido, no se si es por el desarrollo, por el desenlace o porque está dirigida por un tipo que nos había acostumbrado a otro tipo de relatos.
Pero la verdad es que en ninguno de esos apartados me ha decepcionado, al contrario me ha convencido y hasta me ha conmovido.
El planteamiento arranca con un drama de ayuda psicológica asistida por una psicóloga hacia los pocos supervivientes de un accidente aéreo, éste da paso a un drama romántico entre ella y uno de sus pacientes,(mucho más sincero que otros sobrevalorados recientemente), y termina con una sorpresa que mejor no hacer ninguna referencia con otras películas como han hecho algunos y que te estropean la sorpresa ya mencionada.
Me he creído a estos personajes con sus emociones y deseos, me he creído esta historia y lo más importante su sólido desarrollo que ha hecho que los comprendiera, me han hecho reir y me han hecho llorar, tanto cuando se ha tratado de un drama romántico hasta cuando el guión ha terminado de jugar con esa incertidumbre que se cierne durante todo el metraje, esa aureola de misterio que no deja en paz a esos supervivientes buscando ciertas respuestas a lo que ocurrió realmente en el accidente y dar paso finalmente a la verdad.

Alegre y sugerente comedia costumbrista que nos adentra en la recuperación de una antigua tradición que siglos atrás iban cumpliendo los del lugar, el peregrinaje a la ciudad de Canterbury. La película nos envuelve en ella gracias al ambiguo precursor del rescate de esa parte de la história que debería seguir vigente y pertenecer a cada uno de los habitantes de la región y a la jovialidad del trio protagonista. La película se ameniza aún más con la complicidad de un desconocido y misterioso personaje que trata de amedentrar a las jovencitas con tácticas engorrosas, pero nada dañinas. Todo en la película es agradable y jovial, aún tratándose en tiempo de guerra, lejana ella. Siempre luce el sol, la gente sigue haciendo sus tareas y el camino que sigue allí para que alguién lo recorra. La galería de personajes es lo mejor de la película, todos ellos hacen más rica la propuesta de la interesante história del camino y la discreta intriga con el asaltante.