Los niños de China
4.973
Drama
Durante la invasión japonesa de China en 1937, George Hogg (Jonathan Rhys Meyers), un joven periodista británico, tratará con la ayuda de una enfermera australiana (Radha Mitchell) de salvar a un grupo de huérfanos. (FILMAFFINITY)
15 de noviembre de 2008
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque calificar a Los niños de Huang Shi (vaya título tan extraño) de original fuese ser poco sincero lo que es cierto es que no deja de tener cierto encanto el transcurso de la historia y sobretodo en como se basan todos los hechos reales. Lo mejor que tiene es sin duda la notable ambientación y el fuerte equipaje de los personajes con un cierto toque de buen gusto.
Quizás cabe destacar que en algunos momentos la película se hace demasiado pausada, con poco ritmo, pero sin embargo destacan unos interesantes efectos especiales y la complicidad de los personajes con el espectador que suelen enganchar, además las actuaciones son buenas tanto las del reparto mayor como el más joven. Enfoca de manera distinta el tema de una guerra, y al final hay un detalle curioso a modo documental que comentaré en el spoiler.
Pero lo mejor para mí, es su notable ambientación que eso sí, hay que decir, por el colorido que en algunos momentos nos da a entender que estamos hablando de una muy buena película de sobremesa. A destacar sin duda el comienzo que resulta bastante intrigante y la supervivencia en que se ven metidos los personajes. 7,5
Quizás cabe destacar que en algunos momentos la película se hace demasiado pausada, con poco ritmo, pero sin embargo destacan unos interesantes efectos especiales y la complicidad de los personajes con el espectador que suelen enganchar, además las actuaciones son buenas tanto las del reparto mayor como el más joven. Enfoca de manera distinta el tema de una guerra, y al final hay un detalle curioso a modo documental que comentaré en el spoiler.
Pero lo mejor para mí, es su notable ambientación que eso sí, hay que decir, por el colorido que en algunos momentos nos da a entender que estamos hablando de una muy buena película de sobremesa. A destacar sin duda el comienzo que resulta bastante intrigante y la supervivencia en que se ven metidos los personajes. 7,5
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
11 de febrero de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Años 30, siglo XX. George Hogg es un periodista inglés que desea informar acerca de la invasión de las tropas japonesas en China. Haciéndose pasar por un conductor de la cruz roja logra salir de la zona franca de Shanghai y adentrarse en el interior, hacia Nanjing. Las atrocidades que allí ve le provocan una conmoción y además están a punto de costarle la vida a mano de los japoneses. Es salvado 'in extremis' por Chen, un combatiente de la resistencia china, educado en Occidente y que sigue los postulados comunistas. Él y la enfermera norteamericana Lee Pearson deciden que Hogg sea enviado para su seguridad a un lugar lejano, el orfanato de Huang Shi. Allí, Hogg entablará relación con un grupo de niños y jóvenes que intentan sobrevivir en medio del caos, la guerra y la carestía de alimentos.
El británico Roger Spottiswoode (El mañana nunca muere) dirige con corrección una historia de valor, solidaridad y amor. Se trata una relato verídico, pues el protagonista existió efectivamente y el guión recrea sus experiencias reales en el país asiático, entonces desmembrado por el enfrentamiento con los nipones y por su propia lucha interna entre los comunistas y las tropas nacionalistas de Chang Kai-shek. La cuidada ambientación es fruto de un esmerado esfuerzo de producción -que se hace notar especialmente en las escenas del tren o de los ataques aéreos- y los elementos dramáticos, desprendidos de una historia que mezcla guerra y amores occidentales en el lejano oriente, recuerdan un poco a películas como El velo pintado o La condesa rusa. Pero aquí, los espectadores quizá echen en falta algo de nervio al conjunto, ya que el guión de los inexpertos Jane Hawksley y James MacManus adolece de cierta monotonía y de algunas caídas de tensión, así como la traslación a la pantalla de Spottiswoode se revela imperfecta en lo referente a la narración temporal de los hechos. Puede ser por esa falta de tensión épica -es inexplicable también la ausencia de una banda sonora de peso- por lo que la historia emociona menos de lo que debería, aunque en honor a la verdad el resultado final siga siendo estimable.
El reparto internacional es sobradamente conocido. Pero mientras que Jonathan Rhys Meyers y Chow Yun-Fat hacen un trabajo únicamente correcto, y por momentos incluso gris, las dos actrices están estupendas: Radha Mitchell en su papel de mujer filántropa y de fuerte carácter, y la elegante Michelle Yeoh en el de una gran señora de negocios.
El británico Roger Spottiswoode (El mañana nunca muere) dirige con corrección una historia de valor, solidaridad y amor. Se trata una relato verídico, pues el protagonista existió efectivamente y el guión recrea sus experiencias reales en el país asiático, entonces desmembrado por el enfrentamiento con los nipones y por su propia lucha interna entre los comunistas y las tropas nacionalistas de Chang Kai-shek. La cuidada ambientación es fruto de un esmerado esfuerzo de producción -que se hace notar especialmente en las escenas del tren o de los ataques aéreos- y los elementos dramáticos, desprendidos de una historia que mezcla guerra y amores occidentales en el lejano oriente, recuerdan un poco a películas como El velo pintado o La condesa rusa. Pero aquí, los espectadores quizá echen en falta algo de nervio al conjunto, ya que el guión de los inexpertos Jane Hawksley y James MacManus adolece de cierta monotonía y de algunas caídas de tensión, así como la traslación a la pantalla de Spottiswoode se revela imperfecta en lo referente a la narración temporal de los hechos. Puede ser por esa falta de tensión épica -es inexplicable también la ausencia de una banda sonora de peso- por lo que la historia emociona menos de lo que debería, aunque en honor a la verdad el resultado final siga siendo estimable.
El reparto internacional es sobradamente conocido. Pero mientras que Jonathan Rhys Meyers y Chow Yun-Fat hacen un trabajo únicamente correcto, y por momentos incluso gris, las dos actrices están estupendas: Radha Mitchell en su papel de mujer filántropa y de fuerte carácter, y la elegante Michelle Yeoh en el de una gran señora de negocios.
3 de febrero de 2009
26 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay 20 minutos en que uno se acojona. Después, hay 20 minutos en que uno se descojona. Y, más tarde, hay otros 20 minutos: los que se tarda en ir al videoclub y meterle al del mostrador la película por la boca.
Paso de analizar la peli. Me resulta más interesante exponer ciertas reflexiones sobre determinados aspectos de este truño:
1/ ¿De qué coño se ríe Yun-Fat Chow?
2/ Además de ser, probablemente, la peor actriz del entorno "hollywood", y de consagrarse aquí como estrella del B, ¿por qué coño se empeña Radha Mitchell en hacer personajes cabreados con la vida? ¿Por qué ese aire de autosuficiencia y de estirada? ¿Se leyó la descripción del personaje? ¿Acudía a los ensayos?
3/ Si un coche estalla, pongamos, a 40 metros de distancia, ¿por qué cuatro chinos se tiran al suelo y dicen "ah"?
4/ ¿El director iba a los rodajes?
5/ ¿Se puede ser más tópico y más típico en lo que concierne al tema "orfanato - tutor majete"?
6/ El chino cabreao del orfanato, el celoso, ¿es Oliver? ¿O Benji?
7/ ¿Quién decidió darle al truño ese aire a lo Indiana Jones en determinados momentos?
8/ ¿Rhys Meyers no tenía más proyectos alternativos? ¿Nada?
9/ ¿Y yo no tengo otra cosa que hacer?
Paso de analizar la peli. Me resulta más interesante exponer ciertas reflexiones sobre determinados aspectos de este truño:
1/ ¿De qué coño se ríe Yun-Fat Chow?
2/ Además de ser, probablemente, la peor actriz del entorno "hollywood", y de consagrarse aquí como estrella del B, ¿por qué coño se empeña Radha Mitchell en hacer personajes cabreados con la vida? ¿Por qué ese aire de autosuficiencia y de estirada? ¿Se leyó la descripción del personaje? ¿Acudía a los ensayos?
3/ Si un coche estalla, pongamos, a 40 metros de distancia, ¿por qué cuatro chinos se tiran al suelo y dicen "ah"?
4/ ¿El director iba a los rodajes?
5/ ¿Se puede ser más tópico y más típico en lo que concierne al tema "orfanato - tutor majete"?
6/ El chino cabreao del orfanato, el celoso, ¿es Oliver? ¿O Benji?
7/ ¿Quién decidió darle al truño ese aire a lo Indiana Jones en determinados momentos?
8/ ¿Rhys Meyers no tenía más proyectos alternativos? ¿Nada?
9/ ¿Y yo no tengo otra cosa que hacer?
6 de mayo de 2008
21 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un largometraje bastante plomizo de búsqueda prefabricada de emociones en un "basado en hechos reales" contado con toda la fidelidad que se requiere para un ejercicio esquemático y desangelado como los hay por decenas en la historia reciente del cine. Spottiswoode prolonga demasiado esta historia de superación, de heroicidad, en fín, de todos esos valores que parecen encaminados a pudrirse poco a poco en base a unas líneas maestras que no se quién instaló en el celuloide moderno para que nos aburramos con historias que deberían emocionarnos y conmovernos. Aunque el hastío más grande no llega hasta su desenlace puesto que durante su comienzo y primera hora uno tiene la sensación de asistir a una función bélica interesante realizada más o menos con solvencia, corrección, luego nos hundimos en el sopor de una historia de amor forzada, de una representación muy básica e imperfecta del conflicto, de un superhéroe inglés sin muchas fisuras, en fín, con poca carne para el asador, con mucha cebolla artificial para el lacrimal y qué lástima, ahogando la humildad primera en pretenciosidad según se avanza.
9 de enero de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una guerra horrorosa, un corazón enorme y me imagino que una historia desoladora y trepidante; son datos relevantes de este relato hecho película, con un romance de por medio un tanto flojo. La película no llega a profundizar enteramente y no sé si fue por exceso de datos o un maltrato del guión. Lo mejor, las localizaciones, pero para mi gusto quedó en el intento de convertirse en una buena película. Una historia de un hombre que no quiso nada para si mismo si no que se repartió a los demás. Por aproximación la valoro con un 6.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here