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Si va a viajar por carretera durante fin de año, ¡llegó la hora de alistar el carro!: estas son las revisiones y mantenimientos que debe hacer

Revise su automóvil antes de salir.

Revise su automóvil antes de salir.

Foto:iStock

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Le contamos cuáles son los mantenimientos que tener en cuenta para que no lo ‘agarre la noche’.

Giovanni Avendaño
Si tiene planeado un viaje de vacaciones para la temporada de fin de año y lo va a hacer por carretera, lo primero que debe alistar es su carro, pues será el objeto que le dará las mayores satisfacciones o las peores pesadillas durante el paseo.

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(Además: Temporada de lluvias: ¿qué hacer con su carro en medio de una inundación?).
Pero ese alistamiento no debe dejarse para última hora, pues hay tareas, reemplazos, mantenimientos y operaciones mecánicas que requieren de unas pruebas previas a su salida en el vehículo, y debe tener suficiente tiempo para afrontar situaciones en las que sea necesario corregir, solucionar o pedir garantía de un trabajo.
Por eso no espere a última hora para hacer estos trabajos. Suele ser costumbre que se programen para la víspera del viaje, pero luego, cuando una tapa, una correa, una llanta que no se revisó y hasta un tornillo mal puesto lo dejen a un lado del camino, el único recurso a la mano será llamar una grúa.
Además, tenga en cuenta que esta temporada de fin de año será ‘pasada por agua’, lo cual agravará aún más cualquier percance, y cualquier medida precavida la va a agradecer cuando llegue sin problemas a su destino.
A continuación, le contamos cuáles son y por qué se deben hacer las operaciones de revisión, mantenimiento y corrección a su carro para tener un buen viaje por carretera.
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Es importante que tenga un botiquín de primeros auxilios.

Es importante que tenga un botiquín de primeros auxilios.

Foto:iStock

Limpiaparabrisas y panorámico

Claves en la visibilidad, estos dos elementos merecen un tratamiento especial. El limpiaparabrisas, si puede, cámbielo antes de salir de viaje pues por la temporada de lluvias que se pronostica para final de año, lo mejor es tener la máxima capacidad de barrido de agua para que optimice la visibilidad en cualquier circunstancia, vital para un manejo seguro.
En consonancia con este proceso, recuerde desengrasar el panorámico, operación que puede dejar para un par de días antes de salir de viaje. Hay ‘jarabes’ de todo tipo que ofrecen desengrasar los vidrios y por eso recomendamos los comunes que hay en el mercado como una buena opción. También sugerimos el uso de thinner mezclado con un poco de cemento blanco, ya que la abrasividad del último remueve la grasa que el thinner afloja.
Como consejo, cargue con unas hojas de periódico o papel absorbente de cocina que le ayuden a desempañar el vidrio si atraviesa por esa situación y nunca use la famosa bayetilla o trapo, porque este lo que hace es aumentar el problema, extendiendo el vapor, la grasa y las motas por toda la superficie de cristal.
Recuerde que el mejor elemento para desempañar el carro es el aire acondicionado, utilizando el aire recirculante de la cabina y hágalo aumentando la intensidad del flujo con el ventilador.
(Le recomendamos: ¿Qué significan las siglas GT, GTI y RS que traen algunos carros? Explicación en detalle).

Los frenos

Esta es una tarea que no hay que dejar para última hora y es prioritaria para su seguridad. Hay que aprovechar para revisar todo el sistema, tanto las pastillas, discos y tambores como el líquido y su sistema de conexión hidráulica. Se aconseja un tiempo prudente para esta operación, no solo para certificar que el carro frena bien, sino para ‘asentar los frenos’ (que las pastillas nuevas se acomoden de forma uniforme al desgaste de los discos).
Cuando esté estrenando frenos, no salga en modo ‘rápido y furioso’ a acelerar y pegar frenadas a fondo. Hágalo progresivamente, aumentando la presión sobre el pedal. Caliente pastillas y bandas de manera fuerte rodando despacio con el pedal ligeramente oprimido y luego siga rodando para que se enfríen. Esto “cura” los materiales de fricción que luego del proceso frenarán mejor y durarán más.
Cuando vaya ‘de bajada’ ponga el cambio en el que subiría, evitando recalentar los frenos. Al detenerse por cortos periodos de tiempo es cuando más se calientan, pues no les entra el flujo de aire que los enfría cuando el auto está en movimiento.
Antes de retomar la marcha, dé varios bombazos con el pedal para eliminar burbujas que se hayan formado y que impedirán que haya la presión hidráulica correcta.
Si al revisar el nivel del líquido de frenos considera que está bajo, por ningún motivo lo complete. Eso indica que las pastillas se han gastado y se deben cambiar si el nivel está por debajo del mínimo, pero asegúrese de que no sea por fugas en el sistema, que requieren atención inmediata.
(Le recomendamos: Ojo motociclistas: estas son las cinco infracciones que ya no darán inmovilización).

Correa de repartición

Si tiene sospechas de que llegó la hora del cambio de esta pieza, cuya vida útil ronda entre los 40.000 y 60.000 kilómetros, de acuerdo con el motor, tipo y marca del vehículo, es mejor irse estrenando al paseo. Por lo general se cambia el kit completo (correa, patín, mecanismo templador y la bomba de agua), pero esto depende del modelo. Por el camino no va a encontrar este repuesto, y si lo hace, lo más probable es que no le garanticen la delicada maniobra para que su carro quede correcto en los tiempos. O, peor, en muchos motores sucede que, al reventarse la correa, se quedan quietos los ejes de levas y se estrellan las válvulas contra los pistones, con daños de alta cuantía y tiempo de reparación.
Carretera

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Foto:iStock

Llantas

Una llanta tiene dos partes fundamentales: su estructura y la banda de rodamiento. Esta última no puede estar más allá de los límites de desgaste: en cualquier retén de tránsito lo devuelven y además es un riesgo para usted y sus pasajeros.
La otra parte es la estructura. Una rápida revisión a los costados internos y externos de la llanta le avisará si tiene ‘huevos’, que son de alto riesgo en los viajes. El mayor peso por el cupo lleno y las maletas, más la velocidad y el calor, puede hacer que por allí se explote una llanta. Los ‘huevos’ o ‘chipotes’ solo se dan si la estructura de la carcasa se rompe, de ahí el peligro.
Si le tocó comprar, ponga las llantas nuevas adelante. Según el director de Revista Motor, José Clopatofsky, es más importante tener frenos y dirección adelante que evitar un posible trompo con las mejores atrás.
Ojo a la presión. Si va a viajar con cupo lleno más las maletas, súbala 2 o 3 libras respecto a la cifra que pide el manual o que suele estar indicada en avisos en los parales.
Dato extra. Revise el repuesto y, si está desinflado, no le ponga solo aire. Lo mejor es mandarlo revisar y viajar con este elemento con la misma presión de las demás llantas. O más.
(Además: Forland presentó su nueva línea de camiones livianos en Colombia: estas son las cinco versiones y sus características).

Los aceites

Primera recomendación: el aceite de la caja no se toca, ni se completa. Segunda: si está ‘ad-portas’ del cambio de aceite del motor lo más prudente es que lo cambie antes de salir de viaje. 
No lo haga en la víspera, pues hemos sabido de desafortunados conductores a quienes un tapón mal puesto en el cárter o un filtro al que le faltó sello los dejó botados y con un problema aún más serio en plena carretera. Use el mismo aceite de siempre y recuerde que nunca es recomendable dejar esta operación para cuando ya esté de vacaciones, pues lo más probable es que no encuentre la marca y referencia en la que confía.

Batería

Si no ha tenido problemas ni sospecha que ya está cerca del cambio, no la toque. Si ya finalizó su vida útil, en promedio, de entre 4 y 5 años, lo mejor es cambiarla. En caso de emergencia, la salida a mano es recargarla. En los carros modernos no siempre funciona el ‘viejo truco’ de empujar y darle encendido en ‘segunda’ porque el computador necesita un voltaje mínimo para operar; es mejor tener unos buenos cables de inicio. Esta reiniciada obliga a andar suficiente para normalizar el trabajo del alternador, pero esto no es inmediato porque completar la carga puede tomar horas con el alternador. La corriente que hace que todo el auto sea operativo proviene del alternador, así que si la batería está muerta o muy baja, una vez iniciada puede hacer su viaje sin problemas, aunque es probable que deba reiniciarlo mientras repara la falla.

El sistema de refrigeración

Si viaja a ‘tierra caliente’ el motor de su carro va a trabajar a una temperatura mayor de la que lo hace habitualmente, por lo que es normal que el termómetro marque hasta los ¾. Si pasa de esa frontera lo mejor es que se detenga: puede estar ‘cocinándose’ una recalentada.
Por eso, antes de viajar solicite una revisión completa de las mangueras para asegurarse de que no haya fugas ni roturas en el radiador. Esto se puede hacer al ‘ojímetro’, aunque hay aparatos probadores que son más recomendados pues lo presurizan y destapan las fallas. El cambio de una manguera es de los trabajos más económicos y le ahorrará fantásticos dolores de cabeza. Si su carro ya acusa años o más de una década, aconsejamos que se ‘dé el gusto de cambiar mangueras’.
(De su interés: Ley contra inmovilización de motos ya fue sancionada; estas son las infracciones por las cuales no le podrán quitar su vehículo).
Con el probador analice también la tapa de radiador, que tiene una válvula que controla la presión en todo el sistema y evita que se estalle. Esta tiene marcadas las libras a las cuales abre la válvula, pero al trabajar más caliente de lo normal, si no está perfecta, puede abrirse y dejar escapar agua que sale como vapor pero luego falta en el radiador. Si la cambia, revise que tenga las mismas exigencias.
Giovanni Avendaño
Editor Motor.com.co
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