Lobios, y el lugar de Buscalque, fueron uno de los destinos en los que el maestro y activista republicano Luís Soto, fallecido en el exilio en México adonde huyó tras la Guerra Civil, dejó huella. Allí denunció la miseria que sufrían los niños a los que daba clase y sus familias. Lobios recordó ayer la figura de uno de los fundadores de la UPG, que luego dejó para situarse aún más a la izquierda. El Concello de Lobios descubrió una placa para recordar el camino que recorrió el maestro nacido en A Bola y que también pasó, entre otros lugares, por Vilanova dos Infantes antes de ser uno de los activistas que luchó con Castelao por el galleguismo. Xosé Luis Méndez Ferrín, Luís García Mañá, la Fundación Peña Novo y Arraianos participaron en el homenaje.