Lo felicito por la forma en que aquí se ha derrotado al comunismo, dijo el presidente Carlos Menem como para romper el hielo. El presidente de la Federación Rusa no agregó nada, y Menem siguió: En Argentina, el Partido Comunista siempre fue minoritario, y luego viró al terrorismo. Recién ahí, Yeltsin asintió con la cabeza.Ese fue uno de los acuerdos de Menem y Yeltsin durante la reunión que ayer mantuvieron en el Kremlin, en el punto más importante de su gira por Rusia, Ucrania y Armenia. En verdad, entre los errores del Partido Comunista Argentino no está el de haber participado de la lucha armada. Pero ellos buscaban una coincidencia del pasado para llegar al presente.Y ahí sí corroboraron que compartían la misma visión sobre el Estado, las privatizaciones y el ajuste fiscal. Escuchen bien lo que está diciendo, le dijo Yeltsin a sus funcionarios, cuando Menem aseguró que el Estado debe restringir su rol a garantizar salud, educación y seguridad.Antes de la reunión, Menem rindió un homenaje a la tumba del Soldado Desconocido, delante del Kremlin y como uno de los pocos rituales oficiales de la ex Unión Soviética que no fue eliminado.A las diez de la mañana, Menem entró al Kremlin para reunirse con Yeltsin en su despacho, acompañados por el secretario general de la presidencia, Alberto Kohan, y el jefe de gabinete ruso, Nikolai Jvatkov. Luego hubo una reunión de trabajo ampliada. Según relataron Kohan y Menem por la tarde, Yeltsin dijo tener una posición similar a la de América latina en cuanto a la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, donde tanto la Argentina como Brasil intentan ingresar.Volvieron a verse en el Kremlin para cenar, y Yeltsin sólo interrumpió unos minutos la comida para atender por teléfono al presidente de Turmekistán, el país vecino donde Carlos Bulgheroni realizó sus inversiones petroleras.Menem y veinte personas de su comitiva prolongaron la jornada hasta poco antes de la medianoche en el restaurante del Hotel Metropol, un salón de principios del siglo pasado con una inmensa cúpula de vidrio, animado por un conjunto local que combinó el folclore típico ruso con extrañas versiones de La cumparsita, Rock alrededor del Reloj y La Cucaracha.
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