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CIENCIA Y ARTE: AMPLIANDO FRONTERAS

2015, ONCE45

Ensayo publicado en "ONCE45 Arte Contemporáneo", revista digital independiente realizada con el apoyo del PECDA Veracruz 2014, coordinada por Alejandra Olivio. Año 1. No. 2. Julio de 2015.

Año: 1 No. 2 Julio / 2015 El dilema de la industrialización y la perdida de la humanidad Los estudios del Software Ciencia y Arte La Hipervisualidad La interactividad en el arte contemporáneo Nuevas formas de vivir el arte La periferia como taller Parte II Miguel Mesa / Alejandro Osorio / Daniel Pérez Ríos / Libertad Alcántara / Daniel Teodoro Edición / Dirección Alejandra Olivio Colaboradores Abel Francisco Amador Alcalá [email protected] Diana Borja [email protected] ONCE45 es una publicación digital trimestral, enfocada en la promoción y difusión del arte contemporáneo. Con un perfil multidisciplinar se pretende crear una plataforma que posibilite el análisis, la crítica y el debate en torno al panorama y problematicas actuales del arte. El proyecto cuenta con el apoyo del PECDA Veracruz 2014, a cargo del Instituto Veracruzano de la Cultura en colaboración con CONACULTA. María de Lourdes Fuentes Fuentes [email protected] Marisol Hernández Rodríguez [email protected] www.once45.com José María Herrasti Mendoza [email protected] once45 Eliud Nava [email protected] @Once45Arte Alejandra Rodríguez Bolaños [email protected] 22 82 432576 Leonor Valdivia Dzgoeva [email protected] Portada: “Sin pretextos I” de Miguel Mesa Pieza visual de Arte Generativo/Algorítmico basada en un modelo Fractal auto-similar, diseñado específicamente y computado durante 50,000 iteraciones. Impresión digital, marcadores de color metálico México, 2015 PDF Interactivo C o n t e n i d o 4 El dilema de la industrialización y la perdida de la humanidad / Diana Borja Los estudios del Software Nuevos paradigmas para el análisis de los nuevos medios / Ma. de Lourdes Fuentes Fuentes 10 14 La hipervisualidad ¿Hacia una nueva forma audiovisual? / Abel Amador Ciencia y Arte Ampliando fronteras / Eliud Nava 18 22 La interactividad en el arte contemporáneo José María Herrasti Nuevas formas de vivir el arte La experiencia estética y los dispositivos electrónicos / Marisol Hernández Rodríguez 26 30 La periferia como taller Parte II Alejandra Rodríguez Bolaños Reseñas Paisajes Sonoros / Miguel Mesa Leonor Valdivia Dzgoeva 34 38 Del sonido al paisaje urbano / Daniel Pérez Ríos Eliud Nava State of Anarchy / Alejandro Osorio Marisol Hernández Rodríguez 42 Galería 46 Libertad Alcántara 47 Daniel Teodoro Ciencia y Arte Ampliando fronteras Por: Eliud Nava El arte representa la búsqueda constante del ser humano para entender su realidad y configurar su entorno, a través de éste, el devenir de su existencia se torna comprensible; por tal motivo, el arte aparece como manifestación del pensamiento humano según se gesta en el tiempo y espacio. Ante la pregunta “¿cuáles son las nuevas sensibilidades artísticas?”, me di a la tarea de reflexionar sobre la relación que el arte guarda con otras áreas del conocimiento humano, como la ciencia, que de igual manera habla del mundo. La sinergia del ejercicio artístico y algunas disciplinas científicas –la biología, la antropología, cibernética, entre otras–, presentan nuevas posibilidades para pensar en la condición humana y su realidad en movimiento. Foto: NIAID ARTE Y VIDA Definir el término arte supone relacionar un conjunto de datos tan variados, que establecer una definición última es tarea innecesaria en este texto; bastaría declarar que el arte siempre ha sido importante y siempre lo será para los seres humanos, por la capacidad de ser producido según el contexto de la existencia de éstos. Su práctica manifiesta las inquietudes de la sociedad que la realiza, y puede ser examinada bajo el análisis de teorías diferentes; sin embargo, se podría determinar una línea rectora: el arte es una actividad creadora del ser humano por la cual expresa la concepción de sí mismo y su entorno. Así como el arte medieval refleja la Europa que lo concibe, o los grabados del periodo Edo hablan del Japón aislado, en nuestro tiempo –llamado por algunos teóricos como Posmodernidad, Modernidad tardía, Globalización, entre otros términos–, el arte que se produce es símil de los cuestionamientos, búsquedas, sensibilidades, ideales, en fin, de la condición actual del ser humano. Esta “expansión” continua del arte, no entendida como progreso o evolución, sino como materialización de la creatividad humana, expone la vida que experimenta la sociedad en su momento. Es válido preguntarse por la actualidad del arte, su manifestación y experiencia; sin ser una estrategia nueva, últimamente la relación ciencia y arte ha demostrado ser efectiva cuando los valores estéticos buscan revolucionarse. Al declarar que no es una estrategia nueva, considero que dicha relación, ha estado presente en diversos periodos del quehacer artístico, normalmente provocando cambios estéticos para fundamentar nuevas percepciones; pienso en el trabajo de Leonardo da Vinci y sus dibujos del cuerpo humano estudiando su anatomía, o las fotografías de Edward Muybridge para analizar el movimiento. La relación ciencia y arte supone un ejemplo de la multiplicidad de formas que el arte puede tener; ampliándose para servir a su propósito como medio que posibilite el entendimiento de concepciones alternativas de la realidad. EXPANDIENDO LAS FRONTERAS DEL ARTE Y LA CIENCIA Cuando hablo acerca de la relación ciencia y arte, debo precisar que me refiero al uso de las metodologías científicas, su lenguaje y procesos, en el desarrollo de proyectos que propongan reflexiones sobre el ser humano. Evidentemente, la tecnología también es incluida en este fenómeno moderno, ávido de novedades y fascinado con el cambio. La cultura tecnocientífica en la que vivimos, se permea en la mayoría de las áreas del conocimiento humano. Con ello, los artistas que se adentran en el terreno de la ciencia, buscan formas estimulantes capaces de articular discursos acerca de la vida. No pretendo hacer una lista de proyectos, ni jerarquizarlos, para ejemplificar lo que a manera de esbozo trato en este artículo; sólo mencionaré algunos, subrayando las experimentaciones que realizan y su interés conceptual. Me viene a la mente el trabajo de Oron Catts e Ionat Zurr, SymbioticA, un laboratorio ubicado en la University of Western Australia, en donde los proyectos que se gestan en su interior, tienen como objetivo generar discusiones sobre la manipulación de la vida, la biología sintética, la bioética, la unión del arte y biología, inclusive discusiones filosóficas. En este laboratorio, que permite residencias artísticas –siempre y cuando los proyectos a realizar usen el laboratorio–, el bioarte se construye con las herramientas y tecnologías científicas a su alcance. De SymbioticA se han desprendido distintos proyectos que trabajan con sistemas vivos para criticar, reflexionar o indagar sobre el fenómeno de la vida: Adaptation, Ethics and aesthetics as criteria for innovation, Toolkit, son sólo algunos trabajos desarrollados en el laboratorio. Otro ejemplo de la interacción biología y arte lo podemos encontrar en el trabajo de Suzanne Lee, diseñadora de moda que investiga la fabricación de materiales vivos por bacterias y levadura para confeccionar prendas de vestir; con BioCouture, proyecto que ha evolucionado a consultoría de diseño biocreativo, el diseño se basa en la biotecnología para buscar un cambio sustancial en los métodos y materiales de producción de la sociedad actual, en este caso el vestido, que ha entrado en un desenfrenado proceso de producción y desecho: el Fast Fashion. Cabe señalar que cada vez son más los proyectos que se gestan desde esta relación interdisciplinaria de arte y biología, por ejemplo, Future Art Base, una organización independiente de artistas y científicos que iniciaron sus investigaciones con el apoyo de la Aalto University School of Arts, la cual retirara dicho apoyo años después al considerar peligroso algunas de sus investigaciones; en la actualidad, esta organización no sólo trabaja con el bioarte, sino con otras disciplinas científicas de acuerdo a los objetivos establecidos. 15 En el terreno de la antropología, la colaboración entre arte y etnografía ha producido proyectos interesantes que, entre otros temas, cuestionan el rol del artista en la sociedad, del individuo como integrante de una cultura o los procesos de identificación entre las personas. The Museum of Non Participation, proyecto a cargo de Karen Mirza y Brad Butler, iniciado en el 2007 y aún en proceso, ejemplifica esta interrelación entre el estudio sistemático de personas y culturas con el arte. The Museum of Non Participation, a través de dibujos, vídeos, entrevistas, entre otros medios, que los artistas van recolectando de acuerdo al espacio y tiempo en el que se activa el proyecto, plantea preguntas acerca de la resistencia, de participar o no en una sociedad globalizada y dividida según su valor económico, reflexionando en cómo la vida de cada individuo repercute en la del otro. Continuando con la antropología y las prácticas artísticas, los trabajos de Simon Fujiwara son referencia adecuada; Phallusies y Frozen dan cuenta de ello. Del primero, la recreación de un monolito de piedra con forma de falo gigante encontrado en una excavación de un país islámico –producido por una civilización anterior al Islam, misma que prohíbe toda representación sexual, que al ser encontrado fue guardado y olvidado, episodio contado al artista por un participante de dicha excavación–, devela cómo una cultura decide qué borrar o mantener de su historia. Así mismo, con Frozen, Fujiwara construye un sitio arqueológico de una ciudad “perdida” para hacer correspondencias con nuestra sociedad actual. Con ello, el artista juega con la historia de la humanidad para confrontar la percepción que la misma se tiene y discutir sobre la ficción como base para la memoria colectiva. Podría continuar con una serie de ejemplos de la relación que ciencia y arte tienen en la actualidad, no sólo enfocados en el bioarte, o la unión del arte con la antropología, sino abarcando un conjunto más extenso de metodologías científicas; estas relaciones estimulan y fortalecen percepciones de una manera de hacer arte que no sólo ofrece placer visual e intelectual, o que se basan en nociones de belleza, fealdad, horror, etcétera, sino datos empíricos que permitan conocer otra forma de entender la realidad en la que vive el ser humano, expandiendo las fronteras del arte y la ciencia, por separado y en unión. 16 FUTUROS POSIBLES DEL SER HUMANO A lo largo de la historia, en cada una de las civilizaciones o periodos en las que se ha dividido, el arte –con el significado o no que tiene hoy en día, o si se prefiere, el arte como un fenómeno de la manifestación creativa del humano–, ha demostrado ser la forma en que aparecen y se materializan los ideales, cuestionamientos y reflexiones de la sociedad. Para Cornelius Castoriadis, la institución de la sociedad está en constante movimiento, modificando su imaginario en un proceso continuo; nuevas significaciones y re significaciones posibilitan imaginar futuros de toda clase para el ser humano y dotarlos de coherencia, y en esto, la relación entre ciencia y arte como una relación simbiótica que se extiende y fortalece la necesidad continua de pensarse, da herramientas para lograrlo. Cada vez son más los proyectos de arte que se basan en metodologías científicas para presentar temas en análisis, y viceversa, provocando un cambio en el acercamiento estético a la pieza de arte, uno que ofrece nuevas sensibilidades. Objetos, instalaciones, registros, procesos, entre otras formas, ciencia y arte imaginan futuros posibles para hablar del presente, una sinergia que participa activamente en la configuración de nuestra realidad.