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Media Culture & Society, 2019
Since its release in February 2015, television drama/action series Fauda has attracted enormous public attention and debate, first in Israel and then abroad, following its global release on Netflix. The story of an Israeli undercover unit chasing an infamous Palestinian terrorist, the series was praised for its ‘realistic’ depiction of the conflict and empathetic portrayal of the opposing sides, as well as for the frenetic rhythm and suspense of the plot. On the other hand, the series has faced criticism for downplaying and obscuring the realities of the Israeli occupation, focusing on a cat and mouse thriller rather than the hardships incurred by a civilian population under military control. Based on a qualitative analysis of media coverage in Israel and abroad, this article analyzes the complex relationship between an ongoing asymmetrical conflict and its representation in fictional television entertainment.
Prooftexts, 2017
Since its 2005 inaugural issue, the Israeli literary journal Ho! has situated translation at the center of its efforts to revitalize and redirect the flows of contemporary Hebrew poetry from the Israeli local to an expanding global network of Israeli writers and poets who live in translational states, living and working outside of Israel and, in several cases, in other languages. Ho!’s commitment to translation is closely connected to its embrace of a transnational model of Hebrew literature. In this article, I examine the critical reception of Ho!’s first issues and the debates that followed between its authors and critics over what constitutes the Israeli here and now, a question that also forces a reevaluation of where Hebrew literature’s diasporic past—and present—is located in contemporary Israeli culture. By retracing the comparative and multilingual encounters of modern Hebrew literature’s Jewish, diasporic past, and reengaging these encounters via translation, Ho! advances a transnational model as the present and future of Israeli literature.
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Los trastornos de ansiedad son, junto con los trastornos del ánimo, los que más contribuyen a la morbi-mortalidad a través del sufrimiento que generan y los que más repercuten en las vidas humanas. La angustia-ansiedad patológica dificulta la funcionalidad del sujeto allí donde se desenvuelve, limitándole su autonomía y dejándole atrapado y amenazado por la misma angustia. Presentando características de miedo y ansiedad excesivos, así como alteraciones conductuales asociadas. La ansiedad puede definirse como una anticipación de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento de disforia (desagradable) y/o de síntomas somáticos de tensión. El objetivo del daño anticipado puede ser interno o externo. Es una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza. Es importante entender la ansiedad como una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes. Así, cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día. Tan sólo cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa de la persona, es cuando la ansiedad se convierte en patológica, provocando malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, como al psicológico y conductual. Neurosis y ansiedad La ansiedad no es un fenómeno unitario, desde hace bastante tiempo se conoce que la ansiedad, al igual que cualquier otra emoción, implica al menos tres componentes, modos o sistemas de respuesta: subjetivo (o cognitivo), fisiológico (o somático) y motor (o conductual). Hace más de 2,000 años que los antiguos médicos diferenciaron muchas de las características clínicas que hoy se identifican como componentes de los trastornos de la ansiedad como ha sugerido Barlow (1988), la clasificación de los trastornos de ansiedad tiene un largo pasado, pero una muy reciente historia. Observaciones de conducta fóbica, obsesivo-compulsiva y otras manifestaciones de la ansiedad existen desde muy antiguo, pero solo recientemente se han incluido en los sistemas nosológicos. El termino ansiedad no aparece en la Clasificacion internacional de las enfermedades (CIE) hasta su séptima revisión, publicada en el año 1955 (Barlow 1988). Lo que hoy entendemos como ansiedad, históricamente hablando, ha sido un elemento incluido en el tradicional concepto de neurosis. El termino de neurosis fue utilizado por primera vez por el profesor de Edimburgo William Cullen (1710-1790), el cual bajo la influencia de Newton estableció una interpretación vitalista de la enfermedad; considero que la irritabilidad del sistema nervioso se asociaba al tono general del organismo, estando ambos factores determinados por un fluido que llena el sistema nervioso. Cullen considero que las neurosis (irritabilidad, nerviosismo, estado de ánimo deprimido, etc) eran trastornos producidos por alteraciones del sistema nervioso (alteración en los fluidos neurales). Esta concepción, que coincidía con la moda eurocéntrica de la segunda mitad del
Collected Abstracts International Conference Democracy and Constitutionalism, 2024
Mnemosyne, 2016
Migration and Mobility in the Ancient Near East and Egypt - The Crossroads IV, 2024
.“Bithynia and Pontus,” Pp. 443-467 in B. Burrell (ed.), A Companion to Roman Archaeology. John Wiley and Sons.. 2024. , 2024
"Rzeczpospolita", 15-02-2021, 2021
The BARS Review, 2016
Diversity and Distributions, 2019