La descentralizaci�n en Montevideo
1-
Origen de las normas que dan
lugar a mecanismos de gobierno y administraci�n submunicipal.� Jerarqu�a de las normas, constitucional,
legal, reglamentaria.
Uruguay es hoy, el resultado de un importante
acerbo hist�rico en lo que a materia pol�tica se refiere.� Ha sido gobernado durante 170 a�os por
partidos tradicionales de derecha (Partido Nacional, Partido Colorado),
teniendo en el momento, luego de este largo periplo, un gobierno de izquierda
presidido por el Dr. Tabar� Vazquez.
Por otro lado, tiene la particularidad de que
la capital, es decir, el departamento de Montevideo,� con s�lo 500 km. Cuadrados, alberga a 1.500.000 habitantes,
pr�cticamente la mitad de su poblaci�n nacional, siendo gobernado (en lo que a
Gobierno Departamental se refiere) desde 1990 por el Frente Amplio.
En este sentido, para entender el proceso de
descentralizaci�n, es necesario relatar un ubicarnos en el tipo de pa�s.
En las salidas de las dictaduras � d�cada del
80 � se constatan dos cuestiones b�sicas:�
una crisis econ�mica muy importante y un fuerte empuje democratizador
por parte de las sociedades.
Exist�a adem�s una especie de Estadocentrismo, sin que este gran
aparato llegara a cubrir necesidades b�sicas de los ciudadanos.� Es decir, el Estado, no respond�a ni a nivel
nacional, ni� departamental� a las demandas y necesidades de sus
habitantes.
Se establece una especie de consenso, por lo
menos en Montevideo, sobre la necesidad de descentralizar, para profundizar la
democracia y para democratizar la sociedad.�
Ese es el marco conceptual en el cual se comenz� a trabajar en el tipo
de descentralizaci�n para cuando la izquierda fuese gobierno, y que es lo que
se pretend�a implantar en el Departamento de Montevideo cuando se fuese
gobierno departamental.
Cuando se comienza a gestar la
descentralizaci�n en Montevideo, - reci�n en el a�o 1989 cuando gana la
izquierda- se empieza a aplicar este proceso de elaboraci�n te�rica que cont�
con el apoyo de� los partidos tradicionales.
El Uruguay, al igual que otros pa�ses de Am�rica, no ten�a experiencia de
transferencias de poder, de car�cter pol�tico, econ�mico y social,� por lo que hab�a que pensar en un proyecto
para hacer que la democracia se profundice.
En el a�o 1988, hubo un proyecto que culmin�
en un denominado Grupo de Montevideo y en la Comisi�n Mixta de
Descentralizaci�n, que integr� la Junta Departamental del Deliberativo
comunal.� En el a�o 1992, se realiza un
encuentro en Montevideo, que se denomin� �Montevideo Foro II� quienes cerraron
la forma que se le iba a dar al proceso de descentralizaci�n.
Ya desde el primer gobierno Municipal� bajo la intendencia del Dr. Tabar� Vazquez,
actual presidente de la Rep�blica, se puso en marcha este proyecto.
En este sentido, la Constituci�n de la Rep�blica,
Secci�n XVI, cap�tulos VII al IX, la Ley�
Nacional N� 9.515, �y dem�s
resoluciones emanadas de la Junta Departamental, han generado el marco jur�dico
para el funcionamiento y desarrollo de la Descentralizaci�n referente a los
Gobiernos Municipales.
2-
Tipo de divisi�n territorial o
Tem�tica (sectorial) que se define para la desconcentraci�n o la
descentralizaci�n de la administraci�n municipal.� Criterios para definir la cobertura de estas divisiones.
Desde 1990, en Montevideo, la gesti�n gubernamental
se aborda a trav�s de la estrategia de Descentralizaci�n Participativa.�
La descentralizaci�n, tambi�n es entendida
como una distribuci�n de funciones y de recursos� de parte del Estado, como la mayor eficacia y la mayor eficiencia
en la gesti�n de cualquier gobierno.��
La
descentralizaci�n hace a la participaci�n de los vecinos y de los ciudadanos
como un complemento de la conocida democracia representativa.
La
democracia es un complemento donde lo representativo se ve acompa�ado con la
participaci�n activa y directa de la ciudadan�a.
Se
trata de una balanza que permite, sin desdibujar los roles de los parlamentos y
de los gobiernos, equiparar las posibilidades de la voz de los ciudadanos.
En el entendido de que si la participaci�n
ciudadana es un componente ineludible para dar un profundo contenido
democr�tico a la descentralizaci�n,�
�sta es a su vez, el camino privilegiado para instrumentar la
participaci�n.
La
funci�n de la descentralizaci�n como pauta de reforma del Estado, consist�a en
desarrollar la participaci�n y cooperaci�n de entidades� ciudadanos, atribuy�ndoles representaci�n y
asign�ndoles medios de acci�n; consist�a en democratizar el estado acercando
las instituciones representativas a los ciudadanos, y creando nuevos mecanismos
de participaci�n y de consenso.�� Era, y
sigue siendo, un camino hacia la redistribuci�n del poder y la b�squeda de
alternativas de democracia social.
En este
marco, Montevideo fue regionalizado funcional y administrativamente en 18
zonas, que comprenden los 64 barrios de �rea urbana y suburbana y el �rea
rural. Estas zonas han sido la base territorial para el desarrollo de la
estrategia de descentralizaci�n y participaci�n ciudadana.
Uno de
los objetivos planteados fue elaborar una propuesta de acciones y pol�ticas
municipales en el territorio, integradas en una perspectiva de desarrollo
global e integral y potenciando la participaci�n social involucrada.� Por este motivo, el Programa ofreci�
transitar por un camino que condujera a la realizaci�n de dicha propuesta
desarrollando un trabajo previo: la elaboraci�n de Planes Estrat�gicos de
Desarrollo Zonal (PLAEDEZ).��
En este
marco, se instala en cada Zona un Equipo de Planificaci�n Zonal (EPZ) integrado
por funcionarios municipales, concejales, ediles y vecinos con la funci�n de
animar y coordinar los trabajos locales, impulsando la forja de nuevos y
mejores conocimientos� integrando
saberes� tradicionalmente separados y
enfrentados:� el saber social, el saber
pol�tico y el saber t�cnico.
Como
resultado de este trabajo en conjunto, surgen 18 PLANES ESTRAT�GICOS DE
DESARROLLO ZONAL que� ha logrado
involucrar a todos los actores sociales necesarios, en un proceso de di�logo y
concertaci�n social que ha guiado el trabajo en estos a�os.
3- Objetivos de la divisi�n submunicipal.� Pol�ticos, T�cnicos.
La descentralizaci�n, en su sentido m�s
amplio, implica la redistribuci�n del ���poder pol�tico abarcando la dimensi�n administrativa, social y
pol�tica.
Es un
mecanismo sustancial en la profundizaci�n de la democratizaci�n del Estado, a
trav�s del cual las instituciones p�blicas se relacionan� con los ciudadanos, cre�ndose nuevos
mecanismos de participaci�n, consenso social y foment�ndose redes de
cooperaci�n p�blico privada.
En base
a lo mencionado anteriormente, surgieron dos premisas fundamentales:
�
Optimizar
la administraci�n burocr�tica en raz�n de la p�rdida de eficacia de los
mecanismos tradicionales.
�
La
redistribuci�n de funciones y recursos permitir�a una mayor eficacia y
eficiencia de las acciones estatales, buscando garantizar la doble dimensi�n
pol�tica y social de la democracia.
Resultaba
imperioso, que el estado alcanzara a todos y todas las ciudadanas con sus
servicios.� No obstante,� en el gobierno departamental de Montevideo,
exist�an funciones que no estaban contempladas en la ley y que no pod�an llevar
adelante, por s� sola, puesto que no atend�a la salud, la educaci�n ni la
vivienda.� Esto era estrictamente
nacional.� El gobierno departamental de
Montevideo, pod�a hacer cosas en lo que se refiere a la vida del ciudadano,
pero solamente en forma lateral o colateral, no directamente.� La Intendencia Municipal de Montevideo, no
atend�a ni atiende los hospitales, no construye edificios habitacionales, no
puede dar cobertura de salud, no est� a cargo de educaci�n y no puede ayudar a
los institutos de educaci�n primaria, secundaria o terciaria.������ Sin embargo, era necesario buscar los
caminos y procesos para poder contribuir en el logro de una sociedad con
justicia social.
4- Competencias y recursos entregados a las divisiones submunicipales
gestionar la gesti�n
municipal por intermedio de personal profesional, tecnico y obrero dispuesto en
la localidad mediante llamado� a proveer
dichos cargos de la plantilla de funcionarios central.
Realizaci�n de tareas y
tr�mites de car�cter local con respuesta eficiente y eficaz.
En materia de recursos se
asigna una partida anual,� a cada centro
comunal,� para la ejecuci�n de obras en
la zona de acuerdo a las preferencias de los vecinos de la misma.
Todos los demas gastos son
provistos por el gobierno departamental directamente.
5- Estructura
administrativa de las reparticiones submunicipales.� Autoridades, mecanismos de selecci�n de las autoridades
administrativas y pol�ticas.
6-
Existencia
y naturaleza de organismos de representaci�n pol�tica a nivel submunicipal.
Competencias y funciones de estos organismos.
�En cada una de las 18 zonas, se instal� un
servicio municipal denominado� Centro
Comunal Zonal que fue progresivamente desarrollando� el v�nculo con las organizaciones sociales y los vecinos de la
zona, determinando cada jurisdicci�n de acuerdo� a valores demogr�ficos, (se estima unos 100.000 habitantes por
CCZ).
Cada
CCZ� ofrece servicios municipales
desconcentrados a nivel administrativo y de servicios,� tienen la responsabilidad de dirigir la
gesti�n en la zona de su competencia y en lo que se refiere a recursos humanos,
cuenta con personal municipal al servicio de la zona.
Al
frente de estos CCZ se encuentra un Director de carrera municipal y en
subordinaci�n con este, funcionan las Juntas Locales constituyendo su oficina
administrativa.
A
partir de 1993, en cada Centro Comunal Zonal, funciona una�� Junta Local encargada de las decisiones
pol�ticas vinculadas a la programaci�n, direcci�n y control de los planes
zonales, en subordinaci�n con el Intendente Municipal, por intermedio del
Departamento de Descentralizaci�n, con competencias legales y reglamentarias
conferidas.
Est�n
integradas por 5 miembros honorarios, tres por la mayor�a y dos por minor�as,
mas secretario y director. �representantes de los Partidos Pol�ticos, designados por el
intendente a propuesta de �stos, manteni�ndose en su designaci�n la
representaci�n electoral de cada uno.�
Ejercen la superintendencia, es decir, la direcci�n superior del CCZ
respectivo.
Hoy
act�an 18 Juntas Locales integradas por 90 ediles titulares, mas sus
respectivos suplentes.
La
creaci�n m�s novedosa de esta estructura la�
forman los Consejos Vecinales.�
Son �rganos consultivos, reconocidos por la Ley Municipal, con
potestades de asesoramiento, iniciativa, propuesta, contralor y en algunos
casos cogesti�n.
Funciona
uno en cada junta, actuando con las Juntas Locales y los CCZ.
Son
�rganos aut�nomos, es decir, no dependen del gobierno municipal.
Se
regulan a s� mismos y se integran por habitantes por habitantes de cada zona,
propuestos y electos por los mismos vecinos, sin mediaci�n de los Partidos
Pol�ticos, en elecciones peri�dicas, que faciliten la rotaci�n y relegitimaci�n
de su representatividad.� Ellos mismos las
organizan, con voto secreto, contando con el apoyo institucional.� El n�mero de Consejales por CCZ var�a desde
25 a 40 de acuerdo con la Ley 9515.
Estos
�rganos tienen la decisiva funci�n de fomentar y promover la participaci�n de
los vecinos en la vida comunal,� y en
apoyo a la elaboraci�n del Presupuesto Quinquenal de la IMM.�� Hasta el momento se han llevado a cabo 6
elecciones de Consejos Vecinales, a partir del a�o 1993 como se citara
anteriormente.
Los
CCZ, Juntas Locales y Consejos Vecinales, conforman un Sistema Descentralizado
de Gobierno Local, articulado con la estructura municipal central a trav�s del
Departamento de Descentralizaci�n.
Con
competencias, recursos y roles diferentes y complementarios en la gesti�n, son
ahora los depositarios de poderes antes centralizados en la figura del
Intendente Municipal.
7-
Impactos y resultados de la
aplicaci�n del modelo institucional.
La
participaci�n vecinal en el quehacer social, no se ha dado solamente por
implantar un sistema de descentralizaci�n a partir de una decisi�n pol�tica �
t�cnica � administrativa.
No solo
responde participar, a generar instrumentos para posibilitarla.
El
hecho de participar incluye una cantidad de factores sociales, econ�micos,
pol�ticos, culturales, que inciden directamente en la mayor o menor, en la
mejor o peor participaci�n vecinal.
Lo
importante de la descentralizaci�n pol�tica � el hecho de facilitar y acercar
el estado a lo local � es el de generar canales y v�as donde esa participaci�n
se pueda desarrollar y desenvolver con fluidez.� La descentralizaci�n pol�tica, en el mejor de los casos habilita
la demanda y organiza la respuesta de aquellos que est�n participando.
La
desconcentraci�n administrativa de personal y maquinaria para la ejecuci�n de
labores inherentes a la funci�n municipal solo ha mejorado la cantidad� calidad de servicios a la poblaci�n,
atendiendo las demandas vecinales en menor tiempo y con menor costo.
Como
�nica desventaja, se�alar�a que la decisi�n pol�tica de descentralizar y
desconcentrar no ha tenido el correlato del mejor estado de situaci�n en lo
econ�mico y social para llevarlo adelante y que ha costado mucho, a�n en el d�a
de hoy pasar de UN ESTADO ADE DEMANDA REIVINDICATIVA VECINAL, A UN ESTADO DE
INVOLUCRAMIENTO CIUDADANO PARA LOGRAR SATISFACER REIVINDICACIONES CON LAS
CUALES TAMBI�N SE DEBEN ENCONTRAR COMPROMETIDOS Y CONSUSTANCIADOS.
DEL
ESTADO DEL ESPERAR AL ESTADO DEL HACER�
La gran
ventaja de este proceso es que el mismo ha permitido avanzar significativamente
hacia una democracia m�s plena, un control m�s eficaz de las finanzas p�blicas,
un conocimiento t�cnico adquirido en la pr�ctica de vecinos sin formaci�n
profesional y un compromiso mayor en defensa de lo alcanzado ( en el plano� referido a los servicios o a conquistas de
car�cter social).
La
desconcentraci�n y la descentralizaci�n en el municipio de Montevideo a partir
de los a�os 90 se�ala un antes y un despu�s en la forma de ver, entender y
gestionar un gobierno y su representaci�n a trav�s del estado.
Para
nosotros la descentralizaci�n, aparte, de ser un instrumento para la
construcci�n de un nuevo Estado y sistema pol�tico y cambio de relaci�n con la
sociedad civil, tambi�n es un mecanismo
que ha permitido y permitir� un desarrollo m�s arm�nico del territorio y del
desarrollo nacional.� Una herramienta
que ha permitido� identificar �reas y
regiones en todo el pa�s, con potencial de desarrollo local. �
8-
Debates principales sobre el
modelo y perspectivas de evoluci�n institucional y pol�tica de las figuras de
gobierno submunicipal.
La
reestructuraci�n del Estado,� no es una
cuesti�n t�cnica, sino eminentemente pol�tica. En este sentido, lo que se ha
propuesto mediante este proceso, es una �Revoluci�n Silenciosa� - como
propusiera Willem Assies -� para
reemplazar el modelo burocr�tico � jer�rquico y centralizado descrito por Max
Weber en sus trabajos sobre la burocracia. Todo esto debido al gran crecimiento
del aparato estatal hacia fines del siglo XIX provocando la falta de eficiencia.
Este
cambio ha sido promovido por varios ideales:
@
La
devoluci�n de capacidades decisorias con el objetivo fundamental de reducir
l�neas jer�rquicas, llevando las mismas al �mbito local, horizontalizando la
estructura org�nica. �
@
Un
modelo enfocado por y para los vecinos.
@
Orientado
hacia la mejora del servicio y el mayor contacto vecino � instituci�n.
Todo
esto apunta b�sicamente a poder adaptar las realidades del organismo y
enfocarlas hacia la zona en que se desarrolla, enfocar sus recursos hacia las
necesidades sociales en la que se desarrolla, y ha permitido poder re
�direccionar las pol�ticas sociales de acuerdo a los mismos factores,�� conjugando�
la integraci�n territorial y las pol�ticas sectoriales a fin de
garantizar la equidad.�� En este
sentido, el proceso de descentralizaci�n�
ha sido propuesto como un mecanismo de descongestionamiento del estado
central y una forma para tomar en cuenta las heterogeneidades locales en el
proceso de desarrollo.
Todo
esto ha llevado a un cambio profundo y radical en la cultura pol�tica
convencional en el sentido� de que
requer�a una revalorizaci�n del espacio institucional as� como una revisi�n de
las nociones reduccionistas del Estado.
Surge
en este sentido, una premisa que fue la propulsora del cambio:
�Gobernar
para todos en beneficio de la mayor�a de la poblaci�n�
Se hizo
entonces, hincapi�� en una
complementariedad entre� formas de
democracia representativa y formas de democracia directa y es aqu�, donde la
participaci�n popular entra� como
elemento crucial.� Un ejemplo claro , es
el �Presupuesto Participativo�. En este aspecto, se ha conferido un poder real
de decisi�n sobre los asuntos p�blicos y de control del Estado.
Todo
esto ha llevado a posiciones encontradas en algunos casos:
@
con
respecto a las posiciones sobre el papel del Estado y la descentralizaci�n,
mientras que para neoliberales, la eficiencia (en t�rminos de costos) es el
objetivo predominante, para las otros, la eficacia (en t�rminos de logros y
bienestar) toma un lugar importante.
@
Las
formas de entender la democracia desde la visi�n neoliberal hasta la visi�n
social,� han generado diferentes matices
contraponiendo el mercado pol�tico a la democracia participativa.
Desde el gobierno submunicipal, se vienen
impulsando ejes que componen un programa de desarrollo del aparato municipal:
1-
Profundizaci�n
de la descentralizaci�n y la participaci�n ciudadana.
2-
Mantener
y mejorar las pol�ticas sociales, con la atenci�n de los m�s desprotegidos.
3-
Mejorar
la gesti�n mediante una mayor eficacia y eficiencia en la atenci�n al vecino �
usuario, dando respuesta a sus necesidades.
4-
Mejorar
los servicios b�sicos, como por ejemplo, limpieza y tr�nsito.
5-
Una
nueva forma de atenci�n a los trabajadores
6-
Promover
esta forma diferente de gobernar.
9-
Percepci�n ciudadana sobre el
modelo de descentralizaci�n o desconcentraci�n adoptado.
Las
repercusiones a nivel zonal� y el� Feedback, este sistema de retroalimentaci�n
ha dejado saldos muy positivos en lo que lleva el proceso de cambio.
Todo
esto se ha visto reflejado en la gran participaci�n que desde la ciudadan�a y
las diferentes organizaciones sociales barriales� han tenido en la estructura municipal.
Ya han
pasado 5 elecciones de Consejos Vecinales en las diferentes zonas, muchas de
ellas con Consejales re electos, otros que se han acercado a los CCZ para
inscribirse a las elecciones� consejales
con el respaldo de vecinos lo que ha levado a una gran movida social en lo que
se refiere a la promoci�n del proceso.
Todos
se sienten jueces y parte del mismo.
Lo
mismo ha ocurrido con las elecciones de las Juntas Locales.
El
�xito del modelo de descentralizaci�n y participaci�n, ha llevado a que en
estos momentos, se est� implementando y desarrollando en otros departamentos
del Uruguay, promoviendo la electividad de los Gobiernos Locales como una forma
democr�tica de representaci�n ciudadana.
Desde luego que hay muchas cosas sobre las que hay que seguir trabajando y profundizando, pero en ese camino, ahora,� estamos todos juntos, los representantes pol�ticos departamentales, junto con� las diferentes autoridades locales� y los vecinos de Montevideo junto con las diferentes organizaciones que componen el entramado social.