Galapagar
Plantilla:Infobox ciudad España Galapagar es un municipio del noroeste de la Comunidad de Madrid (España), a unos 33 kilómetros de la capital del estado. Se extiende sobre una superficie de 65 km². Limita con Collado Villalba, Colmenarejo, Torrelodones, Las Rozas de Madrid, El Escorial, San Lorenzo de El Escorial, Villanueva del Pardillo, Hoyo de Manzanares, Moralzarzal y Guadarrama. Tiene una población de 33.253 habitantes, lo que representa una densidad de 511 hab./km².
Medio físico
Galapagar está ubicado en las estribaciones de la sierra de Guadarrama. Dentro del municipio se halla parte del Parque Natural del Río Guadarrama y su Entorno, caracterizado por el predominio del bosque mediterráneo y de ribera, así como por la existencia de amplias zonas de pastos. Encinas, enebros,fresnos, jaras, quejigos y pinos se cuentan entre las principales especies vegetales del municipio.
Economía
Antes del boom urbanístico, Galapagar era un pueblo dedicado principalmente a la ganadería. El auge de la actividad constructora, que ha enriquecido a muchos de los nacidos en la localidad (beneficiados por la venta de solares y tierras), ha convertido el otrora tranquilo pueblo en uno de los lugares de la comunidad de Madrid más azotados por la especulación urbanística. La actividad ganadera sigue teniendo cierta relevancia, aunque predominan los servicios (comercio, banca, etc.).
Población
La población de Galapagar se ha duplicado en los últimos diez años, superando ya la cota de 30.000 personas. Cerca del 30% de sus pobladores viven en las urbanizaciones del término municipal, no en el núcleo urbano. Destaca especialmente la zona de La Navata, donde se asienta la estación de tren del municipio, que cuenta con un apartado postal propio.
Actualmente, Galapagar es una ciudad dormitorio de Madrid. El municipio cuenta con un buen número de ciudadanos de origen extranjero (un 17% de su población empadronada), originarios de países tan diversos como Ecuador, Marruecos o Rumania. En él residen además muchos españoles no naturales del pueblo, procedentes sobre todo del resto de la comunidad de Madrid.
Un ambicioso Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), redactado por el anterior equipo de gobierno municipal del Partido Popular (PP), contemplaba que la población galapagueña alcanzara los 70.000 habitantes en un plazo de ocho años. Sin embargo, el ayuntamiento surgido de las elecciones de 2007, con una alcaldesa del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha anunciado la retirada de dicho plan y su sustitución por otro más moderado.
Vecinos Ilustres
El Nobel de Literatura Jacinto Benavente vivió y murió en Galapagar. Está enterrado en el cementerio antiguo del pueblo, uno de cuyos colegios públicos lleva su nombre.
El torero José Tomás es natural de Galapagar, así como el ganadero Victorino Martín.
El pintor Pablo Palazuelo murió recientemente (3 de octubre de 2007) en el pueblo, donde se había establecido.
El escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte reside en la zona de La Navata.
La actriz Marisa Porcel, conocida por su interpretación de Pepa en Escenas de Matrimonio, también tiene su residencia en Galapagar.
Es asimismo el caso del vocalista del grupo musical Mägo de Oz, José Andrëa.
Historia
No hay constancia arqueológica o documental de que llegara a existir en Galapagar población romana. En la zona en la que se levanta actualmente el Centro Cultural La Pocilla, junto a la vía romana que viene de Segovia a través del puerto de La Fuenfría, sí que se han hallado vestigios poblacionales de época tardorromana-visigoda.
Sobre el suelo de Galapagar pasaba el antiguo camino árabe de Humayd o Balat Humayd, referido en fuentes cristianas desde el siglo XII como Bálatome. Éste ponía en comunicación las dos mesetas castellanas, viniendo desde Toledo por la margen derecha del río Guadarrama hasta alcanzar el pueblo del mismo nombre para luego remontar el puerto de Tablada hasta El Espinar. En esta última localidad coincidía con el camino medieval que se bifurcaba en lo alto del puerto, para dirigirse a Segovia por Ferreros (Otero de Herreros), próximo a Riofrío. La ruta de Balat Humayd aparece mencionada en varias fuentes musulmanas ya desde el siglo IX.
Es posible que el lugar se empezara a poblar en el siglo XII sin ningún planeamiento previo, tal como atestiguan los yacimientos de Galapagar (en una zona de canteras hacia el kilómetro 4,500 de la carretera de Collado Villalba), Ferrero, Fuente del Álamo y Pazenporra. El territorio pertenecía en 1208 al Sexmo de Manzanares, incluido a su vez en la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia. En 1249 es citado por primera vez en una carta en la que Fernando III establece las lindes entre Madrid y Segovia, en un intento más de resolver el litigio que las dos villas mantenían desde 1152 por la propiedad de estas tierras limítrofes. Posteriormente, por decisión de Alfonso X el Sabio, esta zona constituiría el denominado Real de Manzanares.
Es posible que la fundación de Galapagar se remonte a 1268, la época de más intensa repoblación cristiana, bajo el reinado del rey Sabio. Sus fundadores fueron probablemente ganaderos segovianos que aprovecharon algún poblamiento anterior. El asentamiento original era una zona relativamente llana, extendida en el entorno de la encrucijada de numerosos caminos. En un enclave del extremo del hábitat se situaría la primitiva iglesia, que pudo construirse a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV. En 1297, Sancho IV incluye Galapagar en el territorio de Segovia en un nuevo documento de amojonamiento destinado a fijar los límites entre Segovia y Madrid.
El Real de Manzanares, y con él Galapagar, seguiría oscilando en el futuro entre Segovia y Madrid, entre el señorío y el realengo, según los diferentes avatares historícos. Bajo el reinado de Juan I, en 1383, pasó a la Casa de Mendoza. En 1445 se integró en el Condado del Real de Manzanares. En 1475, Diego Hurtado de Mendoza fue nombrado por los Reyes Católicos primer duque del Infantado, ducado bajo cuyo señorío permanecería Galapagar durante largo tiempo.
Otros yacimientos tardomedievales son una alquería del siglo XIV (conocida como Las Ventillas y emplazada al sur del municipio, en las inmediaciones de la urbanización Las Cuestas) y la necrópolis de La Navata. En torno a esta última, en el lugar conocido como Prados de las Callejas, existió una ermita. A mediados del siglo XV pudo fundarse en el territorio de Galapagar, concretamente en las proximidades de Navalquejigo, la ermita de San Bartolomé, más tarde conocida como del Cerrillo. La construcción de la actual iglesia parroquial se iniciaría algo más tarde.
Galapagar perdió su condición de anejo de la villa de Manzanares en el año 1523, al conseguir su propio villazgo por concesión de 24 de diciembre de Doña Juana de Castilla y del rey Carlos I. El 20 de abríl de 1529 fue confirmado en Toledo tal otorgamiento. En el Repertorio de Alonso de Meneses de 1576, aparece mencionado por vez primera el Camino Real de Valladolid que desde Madrid continuaba por Aravaca, Torrelodones, La Venta (en el municipio de Collado Villalba), Guadarrama y Tablada. Dicha vía pasaba por el este del actual municipio de Galapagar, conectando con el camino que iba hasta El Escorial. La construcción del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial reforzó su importancia.
Aunque no se conservan las Relaciones de Felipe II correspondientes a Galapagar, sabemos por las de Villanueva del Pardillo (entonces conocido como lugar del Pardillo) de 1580 que ésta era "aldea e jurisdicción de la villa de Galapagar, con término propio delimitado, aportando una sesentena de vecinos que habitaban otras tantas casas y se regían por un alcalde pedáneo nombrado en Galapagar". Todo quedaba incluido en el Real de Manzanares, propiedad del duque del Infantado, y a su vez se encuadraba en el reino de Toledo y la provincia de Guadalajara, así como en el distrito de la Real Chancillería de Valladolid. En ésta se resolvían los pleitos en grado de apelación, puesto que los ordinarios se contemplaban en el propio Galapagar. En el plano religioso se dependía del arciprestazgo de Canales y del arzobispado de Toledo.
Tanto Villanueva del Pardillo como el resto de los anejos de la jurisdicción de Galapagar, es decir Colmenarejo, Navalquejigo y Torrelodones, formaron en 1564 sus propias parroquias, tras su desenajenación por Felipe II. Por estas fechas debían de existir en el término varias ermitas, al menos las de San Gregorio, de la Vera Cruz, de San Bartolomé y de San Bruno. Aguas arriba del puente de las Minas existía otro puente de piedra, que algunos datan en el siglo XV y otros en el siglo XVI, conocido como el del Molino de la Navata por encontrarse junto a un molino en ruinas en la zona de La Navata. En 1630 se le concedió el villazgo a Colmenarejo. Por su parte, Torrelodones hubo de esperar hasta 1658. Navalquejigo sí que continuará unido a Galapagar, pese al contencioso mantenido al respecto desde 1503 con El Escorial.
Durante el siglo XVIII, el pueblo siguió formando parte, como cuarta villa del Real de Manzanares, del corregimiento de Guadalajara, dentro del partido de Colmenar Viejo: de ello nos da cuenta en sus inicios el Vecindario General de España de 1717, y en sus postrimerías el Censo de Floridablanca de 1789. En 1799, el partido judicial se integró en su totalidad en la provincia de Madrid. Las transcripciones de las respuestas al Catastro de Ensenada nos informan de que en 1751 Galapagar continúa dependiendo de la Casa del Infantado, y que Navalquejigo y Colmenarejo le limitan por el oeste, mientras que el Pardillo lo hace por el sur. Aunque el Pardillo y Colmenarejo sean ya villas y tengan delimitado su propio término, carecen sin embargo de alcalde propio y a efectos fiscales se integran en la jurisdicción civil de Galapagar: ello explicaría que en la encuesta haya también vecinos de Colmenarejo y el Pardillo.
Con la construcción del nuevo camino Las Rozas-Galapagar-El Escorial, y su ramal Galapagar-Guadarrama (que enlazaba con la intervención efectuada en 1749 durante el reinado de Fernando VI sobre el puerto de Guadarrama), la villa recibe una inyección de vitalidad. Tras la posterior invasión francesa de 1808 se asentó un destacamento militar galo en el pueblo, aprovechando su emplazamiento estratégico en los accesos a Madrid.
La reforma administrativa de 1833 dejó sin valor el señorío del Infantado, tantos siglos presente en la localidad. Ésta continuaba inserta, a mediados de dicha centuria, en el partido judicial de Colmenar Viejo. Navalquejigo constaba ahora como un agregado suyo. Al igual que en el resto de España, la ley desamortizadora de Madoz de diciembre de 1869 transformó el mapa municipal. Un factor dinamizador de la actividad económica de Galapagar y los pueblos limítrofes fue la llegada del ferrocarril a comienzos de la década de 1860. La línea del norte de España, Madrid-Irún, se trazó por Villalba y El Escorial en su paso hacia Ávila y Medina del Campo, afectando al término municipal en sus lindes este y norte. En 1887, Galapagar quedó encuadrado en el nuevo partido judicial de San Lorenzo del Escorial, que reabsorbió 14 municipios del partido de Colmenar Viejo.
En el siglo XX, Galapagar se convierte en lugar de veraneo para muchos madrileños, lo que llevó a la aparición de varias colonias residenciales. Durante todo este siglo se empieza a promover la construcción de diversas urbanizaciones en el extrarradio. A mediados de siglo, aprovechando la existencia de una prolongada cuesta en la carretera se celebraba aquí una curiosa prueba de velocidad para automóviles y motocicletas (la Cuesta de Galapagar). En 1976 se aprobó el planeamiento urbanístico que todavía se halla vigente en el municipio, lo que no ha impedido una expansión desbocada de la actividad constructiva. En la actualidad, el núcleo urbano queda configurado por la agregación al casco antiguo, sin solución de continuidad, de una serie de urbanizaciones.
En las elecciones municipales de 2007, el hasta entonces gobernante Partido Popular perdió tres concejales con respecto a los comicios anteriores (se quedó con nueve), manteniéndose como primera fuerza política. No obstante, la unión de cuatro partidos de la oposición permitió la elección de la alcaldesa Carmen Toledano (PSOE). De los once concejales que componen el actual gobierno municipal, seis pertenecen al PSOE, dos a la Plataforma de Vecinos de Galapagar (PdeVG), otros dos a Activa-Coalición por Galapagar (coalición de Galapagar Verde y Sostenible, Vecinos Independientes e Izquierda Unida) y uno a Foro Verde-GyU.
La vía romana
Las fuentes sobre caminería de época romana y visigoda en la zona se reducen a dos: el Itinerario de Antonino y el Anónimo de Rávena. No obstante, ambos documentos son muy discutidos. Según el Itinerario de Antonino, las vías romanas que atraviesan la actual Comunidad de Madrid son la A24, la A25 y la A29, todas ellas desde Mérida a Zaragoza (aunque la tercera, vía Lusitania). En realidad tendríamos dos vías: una que iría de Segovia a Ocaña (Toledo), por la zona de Galapagar, y otra de Talavera de la Reina a Alcalá de Henares pasando por Toledo. Entre Segovia y Titulcia, cerca de Galapagar, habría una mansio (mansión) llamada Miac(c)um. Varios yacimientos podrían corresponderse con esta mansio, situada a unas treinta millas de Segovia:
1) El Beneficio, en Collado Mediano, recientemente excavado por J. Jiménez Guijarros.
2) Monesterio, en San Lorenzo de El Escorial, donde hay un yacimiento romano, visigodo y musulmán a orillas del Guadarrama.
3) La San Yago, en el km 40 del ferrocarril de Ávila, en donde se encontraron dos inscripciones romanas.
Desde allí, la vía iría por Galapagar, en donde se ha encontrado un miliario de Caracalla (recogido en las dependencias del ayuntamiento), y en cuyo término municipal se ha excavado un tramo de calzada.
En diciembre de 1994, por encargo de la Comunidad de Madrid, los arqueólogos Olga Vallespín, Carlos Caballero y Ángel Conejo realizaron una intervención de urgencia en la calzada romana del pueblo, en la zona de la vía pecuaria llamada Cordel de Suertes Nuevas, junto a la carretera hacia Collado Villalba y el llamado Puente del Toril (VALLESPÍN, Olga, CABALLERO, Carlos y CONEJO, A. 2000). El objetivo de la intervención era "documentar los restos, dotarles de una cronología y dictaminar sobre la posibilidad de integrarlos en un proyecto de parque lineal promovido por el consistorio local".
El tramo intervenido constaba de dos tramos de 200 y 40 m de longitud, con una orientación general noroeste-sureste. A estos dos tramos ya conocidos se añadió durante la intervención un tercero, al norte de los anteriores, enterrado y en aparente buen estado de conservación, al haber quedado oculto por el talud de la carretera. Además, prospecciones sobre el terreno complementarias de los trabajos permitieron documentar un cuarto tramo que prolonga la calzada por el lado oeste de la carretera, y cuyos restos se prolongan en una longitud aproximada de 3,5 km en dirección al Puente del Herreño.
Una limpieza superficial y dos catas "permitieron determinar las características constructivas de la calzada y establecer la anchura media del empedrado, que quedó cifrada en torno a los 8 m". La técnica constructiva consistía en "grandes losas asentadas sin argamasa sobre pequeñas piedras de granito y cuarzo". Su grado de conservación era bueno, pero las excavaciones no proporcionaron material arqueológico alguno que pudiera otorgar una cronología a los restos.
Los arqueólogos que realizaron la excavación mantienen que su datación es romana, basándose en que la vía está en el corredor de la vía romana que procede del Puerto de la Fuenfría, y también en la aparición de un miliario descubierto en la década de 1970 y custodiado en el antiguo calabozo del ayuntamiento galapagueño, muy cerca de donde fue encontrado.
Siguiendo hacia el sureste, en dirección al centro de Galapagar, junto al Centro Cultural la Pocilla, se encuentra otro tramo corto al descubierto. A él corresponde la planta que aparece en el artículo citado.
Un poco más al sur, la calzada pasa al otro lado de la valla y penetra en el interior de la parcela adyacente, desde donde se dirigiría ya hacia la Plaza Mayor de Galapagar, en cuyas cercanías (calle Torrelodones) apareció el susodicho miliario.
Educación
En Galapagar hay 8 guarderías (1 pública y 7 privadas), 4 colegios públicos de educación infantil y primaria, 2 institutos de educación secundaria y 3 colegios privados (con y sin concierto).
Enlaces externos
- Sitio de reunión online de los vecinos de Galapagar y Colmenarejo: GalaColme
- Listado de aves en Urbanización Molino de la Navata - Galapagar: https://www.rivassanti.net/molinodelanavata/avesNavata.htm
- Galapagar
- Sierra Oeste
Estadística
- Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid > Ficha municipal
- Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid > Series estadísticas del municipio