No estamos solos en el Universo
y nunca lo hemos estado
Informe desde España de Edith Papp
La Cumbre Europea de Exopolítica – una nueva ciencia que estudia la interacción con civilizaciones extraplanetarias – tanto los ponentes como los casi 1400 asistentes al evento marcaron un hito en los esfuerzos para la creación de un mejor futuro para todos.
La conferencia que concluyó hace apenas unas horas en Barcelona, España, con la participación de importantes figuras de la naciente disciplina, ex astronautas, militares, etc, expreso que sus planteamientos, conclusiones no sean silenciados por la prensa como tantas veces ha ocurrido antes, y que tanto la sociedad civil como los gobiernos tomen buena nota de lo que tienen que hacer si quieren brindar una nueva oportunidad para todos en torno a este tema.
“No estamos solos en el Universo y nunca lo hemos estado” - bajo esta premisa se reunió en Barcelona la Cumbre Europea de Exopolitica los días 25 y 26 julio. La Exopolítica una nueva ciencia que promete cambiar de raíz nuestra actual cosmovisión, según los organizadores del evento.
El término – muy poco conocido fuera de los círculos interesados en las investigaciones del cosmos – se refiere a una rama naciente de las ciencias políticas, que estudia, nada más y nada menos que el pasado, presente y futuro de la interacción humana con civilizaciones extraterrestres.
Aunque este tipo de planteamientos hasta hace poco tiempo provocaban – en el mejor de los casos – sonrisas burlonas en la mayoría de las personas, no se puede negar que en los últimos anos se registró una verdadera explosión de acontecimientos en torno a este tema tan controvertido.
El ocultamiento oficial de toda información seria y objetiva sobre este asunto se inició en 1953 cuando la Comisión Robertson, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana declaró que “toda información revelada sobre el contacto con civilizaciones extraterrestres será neutralizada y ridiculizada (sic). “ envolviendo la realidad de los avistamientos de objetos voladores no identificados (ovnis) en una densa bruma, entre el secretismo de las autoridades y la política consciente de trivialización de todo lo que se refiere al tema.
Los consabidos chistes sobre “los hombrecitos verdes” , los comics que nos amenazaban con invasiones alienígenas y las películas de ciencia ficción – algunas sumamente taquilleras – dominaron durante muchos anos el conocimiento público sobre la posibilidad de la existencia de otras civilizaciones, diferentes a la nuestra, haciendo que fuera de las publicaciones propias de los amantes de la “ufologia” ningún medio informativo que se preciara, se lanzaba a la aventura de publicar trabajos serios sobre esa materia.
Sin embargo, a lo largo de los últimos años no sólo se multiplicó el número de avistamientos de ovnis, sino también el de los testimonios públicos fidedignos sobre su existencia.
Astronautas de la talla de Edgar Mitchell y Buzz Aldrin, del programa Apollo, o Marina Popovich de la Agencia Espacial Rusa, afirmaron públicamente haber visto alienígenas en su viaje al cosmos, aunque les fuera prohibido inmediatamente hablar de ello, mientras pilotos comerciales y controladores de vuelos reportan cada vez mayor número de apariciones de artefactos de origen espacial.
El acontecimiento clave – primero silenciado por la prensa internacional y luego opacado por el impacto mundial del 11-S, fue la conferencia de prensa ofrecida en agosto de 2001 en el National Press Club de Washington donde el Dr Steven Greer (que también asistirá a la cumbre de Barcelona) , presentó algunos de los 500 testigos militares, gubernamentales, astronautas y empleados de la NASA – dispuestos todos a declarar ante el Congreso y bajo juramento sobre los contactos con extraterrestres que las autoridades de ese país ocultaron durante más de cinco décadas.
Este fue el inicio del llamado Disclosure Project (Proyecto Revelación o de Desclasificación de los archivos militares secretos) que desde entonces se convirtió en un verdadero movimiento internacional: en el transcurso de los últimos años un gran número de países desclasificaron sus archivos ovni o están actualmente en proceso de hacerlo como es el caso de Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Dinamarca, Canadá y en Latinoamérica Ecuador, Brasil, Uruguay, México, Perú y Chile para mencionar sólo algunos.
La reciente publicación por parte de la prensa “oficial” de varios países sobre la captación de “señales aparentemente inteligentes” del cosmos por parte del SETI (Programa para la Búsqueda de Inteligencias Extraterrestres) - algo que se esperaba desde hace varias décadas, sin resultado, ya sea por la imperfección de nuestras tecnologías de escucha de los ruidos del cosmos ... o quién sabe, quizás debido al silencio de lo que están “en el otro lado” – añadió otro elemento más a la expectación creciente.
Incluso desde el Vaticano se oyen voces en el sentido de reconocer y aceptar que la posibilidad de la existencia de otras civilizaciones – según una entrevista del astrónomo de la Santa Sede a BBC News - no está en contradicción con la fe católica y que los extraterrestres, como criaturas de Dios, pueden ser “nuestros hermanos”.
A todo ello se suman las especulaciones – algunas bien fundamentadas y otras menos - sobre las posibilidades que brindaría un contacto real y sostenido con estas civilizaciones en materia de conocimiento tecnológico: su innegable superioridad – probada por el simple hecho de llegar hasta aquí y aparentemente observar la Tierra desde sus naves - quizás ayudaría a darnos el salto definitivo, superando la crisis sistémica y brindando nuevas herramientas a la humanidad, entre ellas en primer lugar la llamada “energía libre” extraída del vacío cuántico – que por demás, cambiaria de raíz todas las estructuras económicas y políticas que conocemos hoy y talvez pondrían fin a la violencia y a la obscena concentración de poder y riqueza que caracteriza nuestro mundo tan asimétrico y tan sufrido, merecedor de perspectivas diferentes.
En fin, los que ocultaron por más de cinco décadas esta información, tenían sus razones para callar y hacer callar ...
A todo ello se suma – para aumentar la confusión – la publicación en Internet de un reciente informe de la CIA, pretendiendo desacreditar todo el tema ovni, en que reconoce haber manipulado durante décadas la información sobre los ovnis, afirmando que lo que se veía en los supuestos avistamientos de objetos voladores, en realidad eran experimentos con aviones espía U2 y SR-71 en misiones secretas y que la Agencia utilizaba a los ufólogos para ocultar esas misiones y a la vez como arma psicológica.
Como colofón, hace poco supimos que el propio Dr Greer, Director del Disclosure Project, lleva tiempo entrenando al jefe de Estado, al ministro de defensa y un extenso grupo de diplomáticos de un país no especificado del G-8 de cómo proceder al producirse el contacto con otras civilizaciones, o sea que el momento puede estar muy cerca.
Y el misterio crece, sin duda, en vez de aclararse cada vez más, en torno al fenómeno ovni. Quizás pueda, decirse que dos días, no son suficientes para dilucidar todo este complejo entramado, de implicaciones extraordinarias para todos, pero no cabe duda que la Cumbre de Barcelona dejo informaciones inéditas, y de extraordinario interés sobre el tema.
Se abre la caja de pandora
La Cumbre de Barcelona marcó un hito en la historia, al presentar por primera vez en público a un militar norteamericano que afirma haber estado trabajando –en una misión secreta – en el planeta Marte.
La revelación – que parece increíble para el común de los mortales, pero apenas sorprende a los que están familiarizados con el movimiento exopolitico que exige la desclasificación de los archivos militares secretos sobre contactos con civilizaciones extraplanetarias – fue hecha ante los representantes de unos 80 medios de prensa y un público de 1.400 personas que asistieron al evento en que participaron ex astronautas, militares retirados e investigadores, aportando testimonios de sus propias experiencias.
La persona en cuestión Henry D. fue llevada al podio tras la intervención del ex sargento mayor del ejército norteamericano Robert Dean que trabajó en la década de los 60 en el cuartel general de las fuerzas aliadas (OTAN) en Paris, donde tuvo acceso a informes clasificados que hablaban de al menos cuatro razas distintas de alienígenas que visitaban la Tierra con regularidad.
Dean, una leyenda viva para aquellos que siguen con atención el avance de dicho movimiento, surgido en EEUU, a raiz del llamado Disclosure Project (Proyecto Revelación) destinado a acabar con el secretismo en torno al fenómeno extraterrestre – en esa época tenía credenciales de nivel “Cosmic Top Secret” – más alto que el correspondiente a un presidente norteamericano – que le daba acceso a documentos clasificados como supersecretos sobre las actividades de su pais en el espacio.
Ante un público en completo silencio, y muchas personas emocionadas hasta las lágrimas, Henry D. afirmó haber tenido durante 30 anos los mismos credenciales que Dean y manifestó haber tenido experiencias inimaginables, transmitiendo el siguiente mensaje para los habitantes de la Tierra: “La Tierra está viva y está de parto. No temáis. Contactad. Elevad vuestra vibración en alto. Ellos no quieren salvajes.”
En la primera jornada de la conferencia presentaron ponencias también Nick Pope, responsable entre 1991-94 de las investigaciones del Ministerio de Defensa británico sobre el fenómeno ovni que habló del proceso de desclasificación actualmente en marcha en su país y el astronauta norteamericano Bryan OLeary quien abordó las implicaciones tecnológicas que se podrían derivar de la interacción con civilizaciones extraterrestres mucho más desarrolladas que nosotros, en primer lugar la obtención de conocimientos capaces de revolucionar nuestro mundo, como los sistemas de propulsión que utilizan los vehículos de estos visitantes galácticos, o la energia libre, extraída del vacío cuántico, con la que presumiblemente funcionan.
El orador principal del día, el Dr Steven Greer, director del Disclosure Project al abordar las perspectivas del futuro- subrayó que estamos llegando al final de la cuenta regresiva para esta civilización: ya viene la transformación completa. “Abróchense los cinturones” – dijo “porque no hay nada que pueda impedir lo que se avecina”.
La conferencia se desarrollo con intervenciones sobre el avance del movimiento exopolítico y sus tareas para el futuro. Todo parece indicar que se cumplirá la frase, ya histórica, de Robert Dean quien hace algunos años dijera en una entrevista: “Esta información es dinamita. Una vez que se conozca esto, la gente comienza a reclamar más y más información. Es como la caja de Pandora, que no se puede abrir sólo un poquito, Una vez que se abra, todo va a salir a la luz”.
Europa toma la delantera en el
conocimiento del universo
A pesar de carecer de las tecnologías de Estados Unidos para la investigación del espacio cósmico, Europa parece estar a punto de dar un salto cuántico en el conocimiento del universo.
Según los ponentes de esta Cumbre Europea de Exopolítica – una nueva ciencia que estudia la posibilidad de interactuar con civilizaciones extraterrestres y toma el relevo de la tradicional ufología, tantas veces ridiculizada y menospreciada - la progresiva desclasificación de los archivos militares secretos sobre el fenómeno ovni (conocido popularmente como los “platillos voladores”) que ya concluyó o está en marcha en Francia, Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca, pueden crear las condiciones para colocar al viejo continente en la vanguardia de este tipo de investigación.
La conferencia que concluyó hace apenas unas horas en Barcelona, España, con la participación de importantes figuras de la naciente disciplina, ex astronautas, militares retirados y otros testigos fiables del fenómeno extraterrestre – solicitará también al Parlamento Europeo la creación de una agencia para el estudio de los ovnis con el fin de promover un mejor conocimiento del tema.
Según explicó Robert Fleischer, presidente del movimiento exopolítico de Alemania, el llamamiento dirigido a los legisladores de la UE destaca que el secretismo en torno al fenómeno extraterrestre debe cesar y que es hora que reconozcamos que no somos perfectos y que hay muchas cosas que no sabemos.
Fleischer recordó como la ola de avistamientos de ovnis registrado en 1999 sobre Bruselas y otras zonas de Bélgica .- a veces realizando vuelos rasantes sobre las grandes ciudades – tras la cual la Fuerza Aérea pidió la colaboración de la población que contribuyera con todos los datos a su alcance para ayudar las investigaciones iniciadas al respecto. Este acontecimiento – dijo – puede servir como antecedente para la implicación de la sociedad civil en los esfuerzos para mejorar el conocimiento sobre este fenómeno.
La entidad propuesta estudiaría las informaciones recabadas de los centros nacionales de investigación espacial, organismos de inteligencia militar y organizaciones civiles de los países miembros creando una importante base de datos que se constituiría en el punto de partida de futuras investigaciones.
Sus tareas sin embargo no se limitarían a mirar el cielo, extendiéndose también al análisis de la factibilidad de replicar en la Tierra las tecnologías relacionadas con este fenómeno, en primer lugar, los de propulsión y soluciones energéticas radicalmente nuevas para poder abrir caminos insospechados de avance para poner fin a la crisis actual de la economía global.
Si a todo esto se agrega que el director del Disclosure Project (proyecto revelación) que pide la desclasificación de los archivos militares secretos sobre los contactos con inteligencias extraterrestres, está actualmente asesorando al jefe de Estado, al ministro de defensa y un grupo de diplomáticos de un país no especificado del G-8 – muy probablemente europeo – para saber cómo proceder al contacto abierto con extraterrestres – no cabe la menor duda de que el “viejo” continente puede entrar, gracias a la visión y a la valentía política de algunos de sus dirigentes, que incluso después de llegar al poder se atreven a soñar – en una dinámica totalmente nueva, capaz de devolverle su “juventud.”
Cuando el silencio se convierte en crimen
Privar a la Humanidad de los beneficios que aportarían las tecnologías de procedencia extraterrestre, que Estados Unidos mantiene en el más absoluto secreto, es un crimen contra la humanidad - declaró el Dr Steven Greer, director del Proyecto Revelación.
Greer, principal promotor de la desclasificación de los archivos militares secretos relacionados con los contactos con civilizaciones extraterrestres, destacó que mientras el 80% de la población mundial pasa necesidades y apenas el 20% guarda para sí la mayor parte de la riqueza generada, no puede haber ninguna justificación para ocultar los instrumentos que podrían resolver los grandes problemas de los más de 6 mil millones de habitantes del globo.
Los sistemas de propulsión empleados por las naves extraplanetarias que nos visitan, el empleo de la energía libre – y además no contaminante, que permite preservar la biósfera - podrían iniciar – sin exageración alguna, una nueva civilización, que ya podría interactuar en pie de igualdad con los alienígenas que nos visitan desde hace muchas décadas, según afirman todos los ponentes de la conferencia, a pesar de que nos hicieran creer que en realidad son apenas ciencia ficción.
Los gobiernos no van a mover un dedo – agregó Greer - mientras no sientan la presión de la opinión pública para actuar en este sentido. Por eso, la sociedad civil debe implicarse, con el mayor dinamismo posible, para exigir que se ponga fin al secretismo y las tecnologías - copiadas por Washington mediante proyectos ultrasecretos llevados a cabo gracias a los llamados presupuestos negros (fuera de la supervisión del Congreso) van más allá de todos los límites de nuestra imaginación.
Los nuevos sistemas de propulsión y la energía libre, son apenas dos del enorme inventario de posibilidades que abrirían una oportunidad para salir de la crisis y superar todos los problemas materiales de la Humanidad. Nadie tiene derecho – dijo Greer – a quedarse con esta información, y la evolución del género humano debe ser más importante que las estructuras de poder que algunos pretenden mantener a cualquier precio.
Tanto los ponentes como los casi 1400 asistentes al evento, la Cumbre Europea de Exopolítica – una nueva ciencia que estudia la interacción con civilizaciones extraplanetarias – marcó un hito en los esfuerzos para la creación de un mejor futuro para todos y sólo se espera que sus planteamientos no sean silenciados por la prensa como tantas veces ha ocurrido antes, y que tanto la sociedad civil como los gobiernos tomen buena nota de lo que tienen que hacer si quieren brindar una nueva oportunidad para todos
El último secreto del imperio
Todos sospechábamos de que antes de pasar a mejor vida en medio de la crisis económica global que él mismo generó, el Tío Sam todavía guardaba un as bajo la manga.
Lo que nadie suponía es que el último secreto del imperio - cuya revelación oficial todavía esperamos del presidente Obama, quien, al tomar posesión de su cargo, prometió un gobierno “abierto y transparente” – tuviera tanto alcance y frenaría en tal medida la creación de una nueva civilización, basada en un paradigma diferente al actual.
“El ocultamiento de estas informaciones es un crimen contra la Humanidad. Mantener en secreto las tecnologías que podrían resolver casi de un día para el otro todos los problemas globales - como la energía libre o sistemas de propulsión increíblemente eficaces y radicalmente diferentes de los actualmente conocidos - significa dejar en manos de una elite lo que, bien empleado, podría sacar de la pobreza al 80% de la población mundial.”
Esta afirmación fue hecha durante esta la primera Cumbre Europea de Exopolítica, por el Dr. Steven Greer, director del llamado Disclosure Project (Proyecto Revelación) que lucha por la desclasificación de los archivos militares secretos.
Los datos contenidos en los mismos prueban – sin dejar lugar a la duda - que Estados Unidos desde 1947 mantiene contactos sistemáticos con civilizaciones extraplanetarias, cuyas tecnologías replicadas en condiciones terrestres ha ido introduciendo a través de grandes corporaciones como es el caso de la fibra óptica, los circuitos integrados o la tela “kevlar” de fabricación israelí para la confección de chalecos antibalas, para mencionar sólo algunos.
“La evolución de la sociedad global es más importante que las estructuras de poder que unos cuantos pretenden preservar a cualquier precio” – agregó Greer, refiriéndose obviamente, aún sin nombrarlo, al complejo militar-industrial estadounidense, las grandes empresas petroleras y el lobby nuclear, que perderían no sólo su poder, sino también su razón de ser cuando salgan a la luz todas estas informaciones.
Estas tecnologías podrían – entre otros – abastecer toda la Humanidad de energía a cero coste, y proteger la biósfera de los peligrosos efectos de la contaminación, acabando también con el calentamiento global, dando inicio a una era de renacimiento y reforma a nivel global cambiando de raíz el mundo que hoy conocemos y colocar la ciencia moderna sobre bases radicalmente nuevas.
Según Greer, el ocultamiento de estas informaciones, vista desde el punto de vista político, también tiene cierta base racista: pues para algunos resulta muy difícil imaginar que el día de mañana las centenas de millones de chinos, indios, subsaharianos o latinoamericanos – para mencionar sólo los países grandes con un importante crecimiento geográfico – puedan sentarse a la mesa de negociaciones con EEUU ( o con el G-8) en condiciones de igualdad, disfrutando de las mismas oportunidades de desarrollo y capaces de darle a sus poblaciones la posibilidad de desarrollar todo su potencial, sin perderse en el laberinto actual de subdesarrollo, hambre, enfermedades y conflictos armados - para decidir, entre otros temas, como actuar frente a las civilizaciones extraplanetarias como una Humanidad unida, apta para ser un interlocutor válido en un futuro diálogo cósmico.
Lo que muchos califican ya como “la operación de ocultamiento más exitosa del último medio siglo” comenzó en 1947 cuando uno de esos objetos voladores no identificados – ovnis (más conocidos como platillos volantes) se accidentó , precipitándose a la tierra, con dos ocupantes dentro, en la localidad de Roswell, Nuevo México.
La prensa enseguida dio la noticia, que tuvo que ser desmentida en menos de 24 horas bajo la presión de las fuerzas armadas que obligó al periódico local a rectificar, diciendo que en realidad se trataba de globos meteorológicos, aunque la población local, también acallada y atemorizada, estaba plenamente consciente de lo que había ocurrido.
En 1953, la llamada Comisión Robertson de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) emitió el veredicto final, según el cual “toda información revelada sobre el contacto con civilizaciones extraterrestres será neutralizada y ridiculizada (sic). “
Así fue que durante década nos entretuvimos hablando de los “hombrecitos verdes” leyendo comics que nos amenazaban con invasiones alienígenas, y viendo las películas más taquilleras de Hollywood, de pura ciencia ficción (al menos así lo pensábamos) pero ahora la realidad ha dado un vuelco que deja sin aliento a cualquiera.
Los testigos del Disclosure Project – y los que se sumaron a ellos en la Cumbre Europea de Barcelona – revelaron que Washington desde hace más de treinta años tiene contactos sistemáticos con entidades extraterrestres (esos que nosotros pensamos que en realidad ni siquiera existen, que son pura ciencia ficción) y mediante estos contactos obtuvo importantes conocimientos tecnológicos que a todas luces no está dispuesto a compartir con el resto de la humanidad.
Uno de los ponentes de la conferencia de Barcelona, el sargento mayor Robert Dean comentó en una entrevista: “Esta información es dinamita. Cuando la gente la conozca va a pedir más y más. Pero revelarla también es como la caja de Pandora: no se puede abrirla sólo un poquito, una vez que se abra, todo va a salir a la luz”.
El movimiento exopolítico – cuya sección española se encargó de la conferencia de la Cumbre Europea - por la desclasificación de esos archivos secretos, funciona en este momento en 17 países del mundo: en algunos de ellos el gobierno ya decidió abrir al público los archivos sobre avistamientos de ovnis, como es el caso de Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Dinamarca, Canadá – o en América Latina Brasil, México, Perú, Uruguay, Ecuador... para mencionar sólo algunos.
Hace falta dar a conocer esta información en el ámbito más amplio posible y lanzar una campaña internacional para que la verdad salga a la luz, exigiendo a la vez, que Estados Unidos ponga fin al embargo de la verdad y declare oficialmente abiertos los archivos, como se está pidiendo, por ejemplo, mediante la campana “Un millón de faxes para Washington” encabezada por el activista Stephen Bassett, director del Paradigm Research Group, a la cual pueden sumarse (los que sepan inglés) accediendo a la página www.faxonwashington.org.